La Unión Europea advierte a Kiev que su ayuda está sujeta a reformas en el país y a la condicionalidad del FMI
03 feb 2014 . Actualizado a las 18:07 h.La Unión Europea ha avisado este lunes a Ucrania de que la eventual ayuda financiera europea está sujeta a reformas en el país y a la condicionalidad del Fondo Monetario Internacional (FMI) después de que la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, avanzara que los europeos preparan un paquete de ayudas con Estados Unidos para la exrepública soviética.
«La condicionalidad con el Fondo Monetario Internacional está ahí. Hay una condicionalidad muy clara», ha advertido en rueda de prensa la portavoz de Ashton, Maja Kocijancic.
La portavoz matiza así la información publicada por el diario The Wall Street Journal a partir de una entrevista a Ashton en la que avanzó que la UE y Estados Unidos trabajan en un plan de ayudas económicas que «no serán pequeñas» a cambio de reformas políticas y económicas y que el paquete no solo incluye ayuda en dinero, sino también «garantías» o ayuda sobre inversiones o apuntalar la moneda y no tendrá como condición que Ucrania alcance un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, como se había planteado hasta ahora.
La portavoz ha recordado que la UE ya preparó un paquete de asistencia macrofinanciera para Ucrania de 610 millones de euros a condición de que el país cerrara «eventualmente» un programa de ayudas más amplio a cambio de reformas con el Fondo Monetario Internacional.
«Pero obviamente estamos mirando la imagen más amplia (...) muy claramente vinculada a pasos específicos en lo referente a reformas, en lo referente a la condicionalidad del Fondo Monetario Internacional», ha precisado la portavoz.
«Estamos en contacto con los socios internacionales. También Estados Unidos. Pero esto está a nivel de trabajo, está en curso. No puedo dar más precisiones en este momento», ha explicado Kocijancic.
Fuentes próximas a Ashton han dejado claro que no se trata de un segundo plan de ayuda «diferente» de la UE a Ucrania y han insistido en que la eventual ayuda europea se da en el marco de «los esfuerzos de la comunidad internacional» en su conjunto, al tiempo que han precisado que no se conocerán montantes de ayudas concretos hasta que no se evalúen las necesidades financieras reales de Ucrania y la necesidad de volver a «la estabilidad» y llegar a «una solución política» para abordar la grave situación financiera del país.
Asimismo, han descartado que Ashton anuncie cifras de ayudas concretas en su visita a Kiev esta semana para mantener una nueva ronda de contactos con todas las partes el próximo miércoles. «Estamos muy implicados para apoyar una solución política», ha recalcado Kocijancic.
Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE abordarán el paquete de apoyo eventual para Ucrania en su próxima reunión del 10 de febrero en Bruselas, según fuentes europeas.
El acuerdo de asociación sigue sobre la mesa
La UE sigue insistiendo en que el acuerdo de asociación y libre comercio ofrecido a Ucrania sigue siendo la mejor manera de apoyar las reformas y modernización que el país necesita para superar su grave situación financiera.
El acuerdo «sigue sobre la mesa» a condición de que Kiev cumpla las condiciones impuestas para firmarlo arlo, según ha precisado la portavoz comunitaria, Pia Ahrenkilde.
El acuerdo se traduciría en un crecimiento económico del 6 % del Producto Interior Bruto para Ucrania según cálculos independientes y 500.000 millones de euros en ahorros de aranceles, al margen de las inversiones que atraerá para el país, según ha recordado Kocijancic.
Perspectiva de adhesión
Por otra parte, el portavoz de Ampliación, Peter Stano, ha matizado que la decisión de dar una perspectiva de adhesión clara para Ucrania a la UE «compete a los Estados miembros». El comisario del ramo, Stefan Füle, ha vuelto a defender este fin de semana dar esta perspectiva a Ucrania.
«Si somos serios sobre ayudar a nuestros socios como Ucrania, con la transformación, tenemos que ser serios y usar el instrumento más fuerte de transformación, que es la ampliación», defendió el comisario este fin de semana.
Amnistía para todos los detenidos
La oposición ucraniana presentó hoy un nuevo proyecto de amnistía que beneficiaría a todos los detenidos en las protestas populares que estallaron en noviembre pasado, tras rechazar la ley promulgada por el presidente, Víctor Yanukóvich.
«Acabamos de registrar el nuevo proyecto de ley. Consideramos que simplemente hay que retirar algunas cláusulas (de la ley de amnistía). Entonces, el problema dejará de existir», afirmó Oleg Tiagnibok, líder del partido nacionalista Svoboda (Libertad).
El opositor se refería a que la ley aprobada la pasada semana por el presidente no incluye a los detenidos durante los violentos enfrentamientos de enero pasado entre manifestantes y efectivos antidisturbios en Kiev.
Según el Ministerio de Interior, esos detenidos «no son manifestantes pacíficos, sino sospechosos de haber cometido delitos graves».
Además, Yanukovich advirtió de que la ley entraría en vigor solo cuando los activistas opositores desalojaran todos los edificios administrativos que controlan, entre los que figura el Ayuntamiento, la Casa de Sindicatos y la Casa Ucraniana.
Mientras las tres formaciones de la oposición parlamentaria se niegan a acatar la ley de amnistía, los manifestantes se niegan rotundamente a abandonar los edificios gubernamentales.
Por otra parte, la oposición insiste en la reforma del sistema político y el retorno a la Constitución del 2004 con el fin de limitar las facultades del presidente y cedérselas a la Rada Suprema (Legislativo).
Esto fue rechazado hoy tanto por la Presidencia como por el oficialista Partido de las Regiones, que opinan que las propuestas de la oposición agravarán aún más la crisis política que vive el país desde hace más de dos meses.
Las protestas opositoras estallaron hace poco más de dos meses después de que el Gobierno aplazara de manera indefinida la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, prevista para fines de noviembre del año pasado.
Un opositor abandona el país
El líder del grupo opositor radical ucraniano «Causa Justa», Alexandr Daniluik, informó de que ha viajado a Reino Unido por temor a ser detenido por las fuerzas del orden de Ucrania.
«Lamentablemente, el Maidán (como se conoce la plaza de la Independencia de Kiev, donde se levanta desde hace dos meses una ciudadela de tiendas de campaña de la oposición) no es un lugar seguro. Mi detención y posterior traslado a una prisión preventiva era cuestión de horas», escribió Daniliuk en su página de Facebook.
El hombre que dirigió la toma de dos ministerios en Kiev (Justicia y Política Agraria) en contra de la oposición moderada, asegura haber abandonado la capital ucraniana «de incógnito» y haber cruzado la frontera a pie varios días más tarde.
«Hoy por fin he llegado a Londres. No tengo más remedio que seguir coordinando (su grupo) desde el exilio», escribió Daniliuk.
El pasado 24 de enero, un día después de que terminaran los violentos disturbios en el centro de Kiev, activistas de «Causa Justa» tomaron los ministerios de Justicia y Política Agraria, e intentaron hacer lo mismo, aunque sin éxito, con el ministerio de Energía y Carbón.
Tres días más tarde y bajo presión de otros grupos de la oposición, después de que la ministra de Justicia, Yelena Lukash, amenazara con pedir a las autoridades que declararan el estado de excepción, los radicales de «Causa Justa» desalojaron ese ministerio.
Otros dos días después, también se vieron forzados a desalojar el edificio de Política Agraria, del que fueron expulsados por simpatizantes del partido opositor ultranacionalista Svoboda, una de las tres formaciones al frente del multitudinario movimiento popular que exige la convocatoria de elecciones anticipadas en Ucrania.
Las protestas opositoras estallaron en Kiev hace poco más de dos meses después de que Yanukovich aplazara la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea prevista para fines de noviembre del año pasado.
Ante las crecientes manifestaciones europeístas en el centro de Kiev, ocupado por la oposición, la mayoría parlamentaria oficialista aprobó el pasado día 16 una serie de leyes para restringir el derecho de reunión y otras libertades civiles.
Tres días después, se registraron en la capital violentos choques entre manifestantes y policías antidisturbios que causaron varios muertos -seis, según la oposición; tres, de acuerdo con la versión oficial- y centenares de heridos.