El de Chile y Perú no es el único conflicto fronterizo en Latinoamerica, donde están vivos y pendientes de solución otros cuatro contenciosos de largo recorrido: el que opone a Chile y Bolivia, por la pretensión de este último país de tener salida directa al mar; el que enfrenta a Costa Rica y Nicaragua por la disputa de una zona fronteriza en la zona del río San José; el que mantienen Colombia y Nicaragua por la propiedad de unos cayos en el mar; y por último el que existe entre Colombia y Venezuela por la delimitación de las aguas del Golfo de Venezuela y que a punto estuvo de provocar una guerra en 1987. Los países han recurrido en estos casos al criterio del Tribunal Internacional de Justicia, aunque con suerte dispar. Los contenciosos entre Chile y Bolivia y entre Costa Rica y Nicaragua están todavía pendientes de resolución. Cuando esta se produjo en el caso de Colombia y Nicaragua, Bogotá, que fue la parte perdedora, alegó que el fallo era incumplible por lo que Managua presentó nuevas demandas. Bogotá y Caracas se toman con bastante calma el pleito del Golfo de Venezuela.