Venta libre a precios prohibitivos

carlos batista LA HABANA / AFP

INTERNACIONAL

«Esto es para millonarios, no es para el pueblo», se queja una cubana ante tarifas que quintuplican las de los mismos modelos en Europa

04 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

«Yo pensaba comprar un auto, pero no me alcanza. Tenía más o menos 20.000 dólares» (unos 14.500 euros), decía Dorian López mientras miraba con incredulidad los precios en el concesionario de SASA cercano a la Ciudad Deportiva, en La Habana. «Con estos precios ya no puedo comprar ni soñar», se lamentaba el músico Alfred Thompson, de 52 años.

La liberalización de la venta de coches anunciada el 19 de diciembre por Raúl Castro, que acaba con más de medio siglo de prohibición, pretende rejuvenecer el parque de la isla, dominado por los vetustos almendrones estadounidenses anteriores al triunfo de la revolución de 1959 y los Lada soviéticos. Pero para desazón de los cubanos, los precios son astronómicos. Un Peugeot 4008 nuevo sale venta por 239.250 dólares (174.422 euros) en La Habana, mientras que el fabricante francés lo ofrece en Europa desde 34.150 euros. Los usados también se ofrecen a precios exorbitantes: un Hyundai Sonata del 2010 sale en 43.742 euros y un Volkswagen Passat del mismo año, en 49.210.

«Para millonarios»

Ayer, primer día hábil del 2014 en la isla, comenzó la venta autorizada por el decreto publicado el martes, que ya anticipaba que el precio de los coches subiría en un 50 % en impuestos y recargos, que se destinarán a mejorar el transporte público. La medida elimina las cartas de autorización con las que el Gobierno premiaba a algunos cubanos, sobre todo músicos, médicos y otros profesionales.

Quienes poseían esta autorización, congelada desde abril, tienen prioridad ahora, pero su sorpresa fue mayúscula cuando vieron los precios. Diego, de 68 años, tenía una carta para comprar un vehículo nuevo por 1.895 euros. El precio más bajo, de un coche del 2007, era de 18.266. «Esto es una barbaridad, es para decir que en Cuba ya se están vendiendo autos, pero no hay quien los compre», dijo Bernardo, un camionero de 35 años. «Nos han engañado miserablemente. Esto es para millonarios, no es para el pueblo», declaró Mayra Echarpe, de 57 años.

Comprar coche nuevo sin permiso estatal era una de las reclamaciones de los cubanos tras la autorización en septiembre del 2011 de la compraventa de usados. Pero con un salario promedio de 20 dólares al mes (14,50 euros), un automóvil es más que un lujo: un destartalado Lada ruso de los 80 puede costar unos 2.190 euros, pero uno bien conservado alcanza los 8.750. Los descapotables Cadillac, Chevrolet o Chrysler bien conservados pueden llegar a venderse a 58.323 euros.

En Cuba se estima que hay unos 60.000 almendrones, una cifra similar de automóviles rusos de los años 70 y 80 e igual número de coches más modernos europeos y asiáticos.