Pretende que la UE financie parte de sus gastos en la República Centroafricana
21 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Los ministros de Exteriores de la Unión Europea acordaron aplazar hasta enero la decisión de involucrarse en la misión militar que Francia tiene desplegada en la República Centroafricana. Así lo anunció en Bruselas el presidente francés, François Hollande, que acudió a la cumbre con el objetivo de ver convertido en misión europea su reciente despliegue de tropas en la República Centrofricana para intentar controlar la situación de violencia que vive el país.
Muchos de los Estados miembros están dispuestos a apoyar operaciones militares conjuntas. «El Consejo Europeo confirma su disposición a examinar el uso de instrumentos para contribuir a los esfuerzos para estabilizar el país [República Centroafricana]», afirma el texto que adoptarán los líderes de la UE. Pero la mayor parte se niegan a dar su apoyo económico a misiones lanzadas unilateramente por un país miembro, como es el caso de las intervenciones francesas en Mali y la República Centroafricana.
Francia envió, con la autorización de las Naciones Unidas, 1.600 soldados en apoyo de las tropas de la Unión Africana. Hollande llegó el jueves a Bruselas reclamando para su misión apoyo financiero en forma de un fondo permanente destinado a este tipo de intervenciones. «Recibí mucho apoyo de los Gobiernos europeos [...], y la financiación debe seguir a esos apoyos políticos», dijo
El Consejo pedirá a la responsable de política exterior de la UE, Catherine Ashton, que presente una propuesta en este sentido y, si se acordase que la intervención francesa pueda formar parte de una misión europea más amplia y con fines civiles, Bruselas podría asumir parte de los costes. Aun así, la canciller alemana, Angela Merkel, dejó claro que no se tratará de una financiación retroactiva de la misión que hasta ahora ha estado desplegando Francia.
Continúan las matanzas
El mismo día que los ministros europeos se lavaron las manos posponiendo su decisión, las matanzas entre musulmanes y cristianos continúan en la capital de la República Centroafricana, a pesar de la presencia de soldados franceses y de la Unión Africana.