Brasil compra 36 cazas suecos

Dpa

INTERNACIONAL

La decisión de adquirir los Gripen NG de la sueca Saab supone un varapalo para Francia, que contaba con el contrato

18 dic 2013 . Actualizado a las 23:08 h.

El tira y afloja de más de una década en torno a la licitación abierta por Brasil para adquirir 36 nuevos cazabombarderos para su Fuerza Aérea terminó este miércoles, al anunciarse la decisión de comprar los Gripen NG de la sueca Saab. La decisión anunciada por el ministro de Defensa, Celso Amorim, y por el comandante de la Aeronáutica, el brigadier Juniti Saito, supuso una decepción para Francia, ya que en los últimos años los Rafale de Dassault eran apuntados como favoritos en la disputa, en la que intervino también el F18 Super Hornet de la estadounidense Boeing.

Según Amorim, la decisión se basó en tres criterios básicos: rendimiento de las aeronaves, «transferencia efectiva de tecnología» y costo, «no sólo de adquisición, sino también de mantenimiento», y los Gripen NG fueron los que presentaron mayor equilibrio entre los tres criterios. En una nota oficial, la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) festejó como «histórica» la definición de la licitación, que le permitirá reemplazar a los viejos Mirage, que dejarán de ser utilizados el 31 de diciembre próximo.

La licitación para la compra de cazas destinados a reemplazar a los viejos Mirage de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) fue lanzada en el 2001, durante el pasado gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), pero fue suspendida por su sucesor, Luiz Inacio Lula da Silva, tras asumir el gobierno, en enero del 2003. Lula reactivó el proceso durante su segundo mandato como presidente (2007-2010) y, tras recibir en Río de Janeiro al entonces presidente francés Nicolás Sarkozy, en diciembre del 2009, llegó a anticipar la opción por los Rafale.

Sin embargo, ante la reacción negativa de los comandantes de la Aeronáutica, que alegaron no haber sido consultados sobre el tema, el gobierno volvió atrás, y el ambiente de indefinición se mantuvo hasta ahora, cuando la presidenta Dilma Rousseff, durante un almuerzo con oficiales de las Fuerzas Armadas, anunció que había llegado a una decisión.

«Me gustaría brindar aquí la información inaugural e informar que recomendé al ministro de Defensa, Celso Amorim, que anuncie hoy la decisión», expresó la mandataria. El portal de noticias UOL aseguró que la opción en favor de los Gripen NG se debió al elevado precio de los Rafale -el negocio llegaría en la fase inicial a unos 8.000 millones de dólares, en la fase inicial, pese a que han sido negociados descuentos-.

Según el informe, tras la exclusión de los cazabombarderos franceses el gobierno Rousseff tendió en favor de los F18 Super Hornet de Boeing, pero la concretación del negocio fue inviabilizada por el escándalo desatado por las denuncias según las cuales la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) norteamericana habría espiado a la presidente brasileña.

«Con ello, el pequeño Gripen -un avión criticado por ser menor que los de la competencia y menos probado en combate-, volvió a la condición de favorito que la propia FAB había definido en su primer informe sobre la elección, en diciembre del 2009», concluyó el texto.