La NSA reconoce que estudia una amnistía para Snowden si interrumpe las filtraciones

Europa Press

INTERNACIONAL

Un responsable de la NSA reconoce el riesgo que supondría la publicación de los documentos aún no divulgados por el extécnico

16 dic 2013 . Actualizado a las 17:29 h.

La Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) podría estar estudiando conceder una amnistía a su extécnico Edward Snowden a cambio de que interrumpa la filtración de documentos sobre el espionaje estadounidense, según ha reconocido un responsable de la propia NSA. El responsable de evaluar los daños provocados por las filtraciones de Snowden, Richard Ledgett, fue interrogado en una entrevista a la CBS sobre la posibilidad de una amnistía. «Mi opinión personal es que sí, que merece la pena hablar sobre ello. Necesitaría garantías de que el resto de los datos están a salvo», afirma Ledgett.

Sin embargo, el director de la NSA, el general Keith Alexander, ha descartado una amnistía. «Esto se parece a un secuestrador con 50 rehenes que mata a diez y después dice si me dáis una amnistía completa dejaré marchar a los otros 40. ¿Qué haría usted?», declara Alexander en un reportaje emitido anoche por la cadena estadounidense. El reportaje incluye imágenes de la sede de la NSA, donde por primera vez en la historia han podido entrar las cámaras de televisión. El gesto pretende mejorar la imagen de la agencia tras la polémica generada tras conocerse el espionaje masivo que realiza a ciudadanos de dentro y fuera de Estados Unidos.

En una entrevista anterior a la agencia Reuters, Ledgett expresó su preocupación por el riesgo que supondría la publicación de los documentos aún no divulgados por Snowden, aunque reconoce que lo publicado hasta ahora supone un «cataclismo» para la NSA. Se calcula que el extécnico tiene en su poder 1,7 millones de archivos y The Guardian, responsable de parte de las filtraciones, sostiene que apenas se han divulgado un 1 por ciento de los documentos. Snowden está acusado de robo de propiedades gubernamentales, comunicación no autorizada de información sobre defensa nacional y comunicación intencionada de información de inteligencia clasificada. Cada uno de estos cargos podría suponer una condena de un máximo de diez años de prisión.