El comité creado por Obama sobre la NSA le recomienda que restrinja el espionaje masivo

v. t. NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

También sugiere que el jefe de la NSA sea un civil en vez de un militar

14 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El revuelo que el espionaje masivo de la NSA ha provocado en medio mundo comienza a dar frutos. El último son las recomendaciones de un informe que el presidente Obama encargó en agosto. El comité de expertos que lo elaboró le recomienda que los programas de espionaje masivo se sometan a restricciones que protejan la intimidad de los ciudadanos.

El grupo presentará su informe a la Casa Blanca mañana, pero ayer se filtró lo más importante. Lo primero es que esos programas continúen activos pero que las normas para permitirlos sean más estrictas, que se aumente el control sobre qué y a quién se espía y que haya mayor transparencia.

La recomendación más importante es que se acabe con la recolección masiva de datos que la NSA ha practicado hasta ahora y lo que proponen es que solo después de tener alguna prueba se permita espiar a ciudadanos extranjeros. En cuanto al control de los teléfonos móviles de líderes extranjeros, el informe pide que sean los altos funcionarios de la Casa Blanca o incluso el presidente los que aprueben a que líderes se espía.

Otra recomendación es que el jefe de la NSA, que hasta ahora ha sido siempre un militar, sea un civil, algo que parece que Obama había pensado hacer cuando elija al sustituto del actual director, el general Keith Alexander, a principios del año próximo. Una recomendación más es que periódicamente se revise la labor de la NSA a la manera que ahora se hace, una vez al año, con la CIA.

También pide el informe que se aumente el control sobre las empresas que trabajan para la NSA para evitar un nuevo caso como el de Snowden. Precisamente ayer, un alto funcionario de la NSA aseguró que la agencia podría plantearse perdonar al informático si a cambio entrega los documentos que tiene en su poder y que aún no ha hecho públicos y que se calcula que son más de un millón y medio. La idea de amnistiar a Snowden no es compartida por todos los responsables de la NSA y, por ejemplo, su jefe, el general Alexander, dijo ayer que él estaría en contra.