La UE no consigue que Ucrania firme el acuerdo de asociación

AFP

INTERNACIONAL

La presión de Rusia asesta un golpe a la política de ampliación de la Unión Europea

29 nov 2013 . Actualizado a las 22:35 h.

Presionada por Rusia, Ucrania asestó este viernes un golpe a la política de ampliación de la Unión Europea (UE) al negarse a firmar un acuerdo de asociación, aunque aseguró que quiere firmarlo próximamente, mientras miles de manifestantes en Kiev expresaron su descontento.

En la tercera cumbre de la Asociación Oriental entre la UE y seis exrepúblicas soviéticas, el bloque de los 28 suscribió sendos acuerdos de asociación con Georgia y Moldavia, cuya firma definitiva se espera dentro de varios meses. También firmó un acuerdo para facilitar los visados con Azerbaiyán.

Pero con Ucrania, con la que negociaba desde hace cinco años, la Unión no pudo firmar el acuerdo de asociación, que incluía un tratado de libre comercio.

El viernes en la noche miles de ucranianos se reunieron en la Plaza de la Independencia de Kiev para manifestar su descontento tras la negativa del presidente Yanukovich a firmar el acuerdo con la UE.

Los manifestantes, que clamaban «Revolución», son unos 5.000 aproximadamente, según la estimación de un corresponsal de la AFP que vio igualmente centenares de hombres de las fuerzas antidisturbios en los alrededores.

Algunos enfrentamientos se produjeron entre policías y manifestantes, según las agencias.

Los manifestantes esperan el retorno a Kiev de los líderes de la oposición que habían viajado a Vilna el jueves para expresarse, al margen de la cumbre de Asociación de la UE en la que participaba el presidente ucraniano Yanukovich.

«Este presidente ha vendido el destino y el futuro de Ucrania, ha traicionado al pueblo ucraniano», declaró en Vilna un líder de la oposición, Arseni Yatseniuk, citado por la agencia Interfax.

El presidente Viktor Yanukovich ya anunció la semana pasada que no rubricaría dicho documento, lo que suscitó manifestaciones masivas de la oposición proeuropea en Kiev.

«El statu quo no ha cambiado. El presidente ucraniano no está dispuesto a ir más lejos en la integración con la Unión Europea», aseguró en Vilna la presidenta lituana, Dalia Grybauskaité, que también ejerce la presidencia semestral de la UE.

El presidente Yanukovich, presente en la cumbre de Vilna, explicó que pese a la negativa de este viernes su país sigue teniendo la intención de «firmar el acuerdo de asociación en un futuro cercano».

«La pausa forzada en el proceso de firma del acuerdo no significa un cese de las reformas necesarias en Ucrania con vistas a proseguir la integración europea [...] Para nosotros, la opción europea sigue siendo una dirección estratégica», dijo.

El presidente ucraniano explicó que antes de poder firmar un acuerdo de asociación Kiev necesita «un programa de ayuda financiera y económica» de la UE.

Concretamente, Kiev quiere que la UE le ayude a modernizar su sistema de gasoductos, y que levante las restricciones a la importación de ciertos productos ucranianos, precisó Yanukovich.

Kiev reafirma además en el proyecto de declaración final de la cumbre de Vilna su intención de firmar el acuerdo de asociación.

«La UE y Ucrania reafirman su compromiso de firmar este acuerdo», indica el texto, que compromete a los 28 países de la Unión y a las seis exrepúblicas soviéticas participantes, entre las que están también Armenia y Bielorrusia.

Los dirigentes europeos dejaron claro que la puerta de la UE y de su vasto mercado de 500 millones de habitantes sigue «abierta».

«Está abierta porque es importante para ellos y para nosotros», dijo la Alta Representante de la UE de Asuntos Exteriores, Catherine Ashton.

«La puerta siempre estará abierta para los ucranianos, con la condición de que ellos lo quieran», declaró el presidente francés François Hollande, criticando no obstante el pedido de ayuda económica de Yanukovich: «No se puede, tal y como querría el presidente ucraniano, pedir que se pague para que Ucrania entre en esta asociación».

Advertencia a Rusia

La estrategia de la UE se enfrenta al rechazo de la Rusia de Vladimir Putin, que no deja de presionar y amenazar a países de la extinta URSS, y que ya ha conseguido sumar a Armenia a su proyecto de unión aduanera, en la que están Rusia, Kazajistán y Bielorrusia.

En ese sentido, los dirigentes de la UE lanzaron este viernes una seria advertencia al Kremlin.

«No podemos aceptar el veto de otro país» al acercamiento de la UE con los países exsoviéticos, declaró el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, añadiendo que la época de la «la soberanía limitada está periclitada en Europa».

«No debemos renunciar ante las presiones externas, incluso de Rusia», dijo el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y pidió a Kiev que «haga caso omiso de las consideraciones a corto plazo y las presiones del exterior».

Yanukovich expuso el jueves ante sus colegas de la UE los graves problemas económicos de su país, debidos en parte a las medidas de castigo tomadas en los últimos meses por Moscú.

El dirigente pidió de nuevo que estos problemas sean resueltos «por la UE y por Rusia», según Grybauskaité. Pero su pedido no tenía ninguna posibilidad de dar fruto, ya que la semana pasada la UE rechazó su propuesta de diálogo tripartito entre Kiev, Bruselas y Moscú.