Un convoy rebelde avanzó ayer desde Misrata tras los 43 muertos del viernes
17 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La situación de caos que vive Libia tras la guerra que acabó con la caída de Muamar el Gadafi en octubre del 2011 vivió este fin de semana un nuevo episodio de enfrentamientos. Tras los 43 muertos y casi medio millar de heridos del viernes, milicias rivales combaten desde ayer en Tayura, a las afueras de Trípoli, adonde llegó un convoy de vehículos armados procedentes de Misrata, informa AFP. Rechazados de inicio por una batería antiaérea de la Brigada 101, que depende del Ejército, y otras milicias de la capital, se replegaron unos kilómetros, pero los combates, que provocaron cuatro muertos, no han cesado.
El primer ministro, Alí Zeidan, pidió calma y cordura para evitar una escalada de violencia. «Los próximos días serán decisivos para el éxito de la revolución», dijo al recordar el llamamiento del Gobierno interino a que las milicias se disuelvan o se integren en el Ejército antes de fin de año. Zeidan pidió, tras los combates de ayer, que no tratasen de llegar nuevas fuerzas a Trípoli, donde los ministerios de Defensa e Interior reforzaron la seguridad de los accesos a la capital.
El chispazo saltó esta vez con las protestas del viernes, pacíficas al principio y autorizadas, de ciudadanos de Trípoli que, siguiendo las exhortaciones de sus imanes, se manifestaron contra las milicias que el pasado jueves causaron dos muertos. Al llegar con pancartas en las que se leía «¡No a las milicias!» al barrio de Gharghur, en el que hay un asentamiento de milicianos de Misrata, estos trataron de dispersarlos con disparos al aire y, al no conseguirlo, apuntaron contra la multitud. La respuesta de los manifestantes llegó horas más tarde con el incendio del cuartel general de la milicia. En total, 43 muertos y 460 heridos, sin que se pueda precisar cuántos murieron en cada suceso.
La inestabilidad parece asentarse en Libia, donde las milicias integradas en el Congreso General surgido de la transición y las que siguen fieles a sus fundamentos continúan enfrentándose. Y el Gobierno interino sigue estancado en su tarea de redactar una nueva Constitución y convocar elecciones en el 2013.
Las autoridades libias decretaron tres días de luto nacional.