Irán se reafirma en sus «derechos nucleares»

Afp

INTERNACIONAL

El presidente Hasan Rohani subrayó que su país no renunciará a ellos en una nueva ronda de negociaciones

10 nov 2013 . Actualizado a las 22:30 h.

Irán y las grandes potencias seguían determinadas este domingo a hallar una salida para el programa nuclear iraní, pese a que las negociaciones en Ginebra se saldaron sin acuerdo y Teherán afirmó que no renunciará a sus «derechos nucleares».

Las intensas negociaciones de tres días en Ginebra, que comenzaron con esperanzas ante la apertura del nuevo presidente iraní, Hasan Rohaní, permitieron avanzar hacia un acuerdo sobre el polémico programa nuclear iraní, que oficialmente solo es civil pero que Israel y Occidente sospechan que persigue la fabricación del arma nuclear. La discusión se retomará el 20 de noviembre, y Suiza ofreció acogerla de nuevo.

A pesar de no haber concluido un acuerdo, los comentarios de las últimas horas sobre la reunión de los llamados 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) e Irán eran más bien optimistas.

El jefe de la diplomacia alemana, Guido Westerwelle, consideró que estaban «más cerca de una solución razonable de lo que hemos estado desde hace años», mientras su homólogo estadounidense, John Kerry, saludó «los progresos realizados».

El titular de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, dijo este domingo en rueda de prensa en Nueva Delhi que las negociaciones fueron «muy sustanciosas», e insistió en que la reducción del riesgo de proliferación «solo puede obtenerse a través de la negociación».

Por su parte, el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohamad Javad Zarif, aseguró no estar «para nada decepcionado», a pesar de la ausencia de acuerdo, y el británico William Hague estimó que un acuerdo sobre el programa nuclear iraní «está sobre la mesa y puede ser concluido».

Pero este domingo por la mañana, el presidente Hasan Rohani subrayó que su país no renunciará a sus «derechos nucleares», informó la prensa.

Rohani defendió ante el Parlamento «los derechos nucleares en el marco de las reglas internacionales, que incluyen el enriquecimiento (de uranio) en suelo iraní».

La reanudación de las negociaciones con Irán, bloqueadas desde hace años, quiere aprovechar la apertura diplomática hacia Occidente del moderado Rohani, quien parece querer terminar pronto con 10 años de tensiones sobre el expediente nuclear, para aligerar y luego levantar las sanciones que pesan sobre su país.

Pero las negociaciones se tropezaron con las exigencias de clarificación algunos participantes, en particular de Francia, sobre la redacción de un acuerdo temporal de seis meses, primera etapa «verificable» antes de un acuerdo permanente.

Occidente quiere garantías

Occidente reclama garantías sobre el reactor de aguas pesadas de Arak y sobre la fabricación de plutonio, pero especialmente sobre la capacidad de Irán de enriquecer uranio al 20%, el parque de 19.000 centrifugadoras y la fabricación de una nueva generación de centrifugadoras cinco veces más rápida.

El negociador iraní no excluyó nuevas negociaciones sobre Arak.

«Insistimos en nuestros derechos y en nuestra tecnología (nuclear), pero al mismo tiempo estamos dispuestos a disipar las preocupaciones de las otras partes», dijo desde Ginebra el canciller iraní, según la agencia Isna.

A cambio de un acuerdo, Irán espera un aligeramiento «limitado y reversible» de algunas sanciones, en concreto de las referidas a la congelación por Estados Unidos de los bienes iraníes en bancos de terceros países.

La determinación francesa irritó en un primer momento a algunos diplomáticos. Pero tras el fracaso en alcanzar un acuerdo, varias fuentes diplomáticas reconocieron que hay «diferentes puntos que suponen problemas para diferentes países, no solo para Francia».

El secretario de Estado John Kerry aseguró que los Estados Unidos no son ni «ciegos» ni «estúpidos» en sus negociaciones con Irán, defendiéndose de haber intentado precipitar un acuerdo.

Habrá «un buen acuerdo, o no habrá ningún acuerdo», afirmó Kerry, que ya había dicho anteriormente que Washington estaba «determinado a que Irán no adquiera armas nucleares», tras las preocupaciones de Israel sobre un «mal acuerdo».

Israel pondrá en marcha sus contactos en el Congreso estadounidense, durante la visita de uno de sus ministros el martes, para impedir que las grandes potencias e Irán sellen un acuerdo.

El ambiente optimista de las negociaciones podría tener un primer resultado concreto muy pronto: la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), cuyo director general Yukiya Amano viajará el lunes a Teherán, espera obtener concesiones de Irán sobre el programa de verificación y de visitas a sus instalaciones nucleares.