El kirchnerismo se prepara para una remodelación del Gobierno con la que pretende afrontar un final de legislatura con menos desgaste
09 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, regresó ayer al Hospital de la Fundación Favaloro para someterse a un chequeo final después de haber sido operada hace justo un mes para extraerle un hematoma intracraneal. Tras la revisión, el director médico de la fundación, Gerardo Bozovich, y el director del Instituto de Neurociencias, Facundo Manes, le comunicaron el alta con restricciones, lo que le permitirá retomar paulatinamente sus funciones a partir del lunes.
La jefa de Estado se trasladó a última hora desde su residencia de Olivos al centro médico de la ciudad de Buenos Aires, donde volvió a someterse a pruebas para ver si se encuentra recuperada de la operación y para revisar también la arritmia en el corazón que le fue diagnosticada casi al mismo tiempo que le detectaron el coágulo en el cráneo.
Tanto el estado clínico como el anímico de la presidenta son óptimos, según portavoces de su entorno más íntimo. Y tras el alta médica esperan que retome sus actividades de manera progresiva. De momento, no podrá viajar ni en avión ni en helicóptero, medio este último que usaba cotidianamente para trasladarse desde la Quinta de Olivos a la Casa Rosada; tampoco podrá asistir a actos públicos ni mantener jornadas extenuantes de trabajo.
Posible mensaje grabada
Algunos dirigentes kirchneristas no descartaron que entre hoy y el lunes los argentinos puedan ver y oír a su presidenta a través de un mensaje grabado que se difundiría por la cadena nacional de radio y televisión.
Finalizado el período de reposo obligado que le fue indicado el pasado 7 de octubre, Cristina Fernández se prepara para retomar las riendas de un país que en solo 30 días cambió rotundamente. El nuevo escenario obligará a la jefa del Ejecutivo a cambiar el rumbo de su gobierno para los dos años que quedan hasta las presidenciales de 2015. Tras las elecciones legislativas del 27 de octubre, en las que los resultados dicen que el kirchnerismo se mantiene como fuerza más votada, la realidad es que el partido de la presidenta ha perdido más de seis millones del 54 % de los votos que le otorgaron un segundo mandato.
Desde la residencia presidencial de Olivos, Fernández mantuvo en los últimos días conversaciones con Carlos Zannini, secretario legal y técnico, y Óscar Parrilli, secretario general de la Presidencia, dos de los hombres que condujeron el país durante su ausencia y con los que habría delineado cambios de ministros y de políticas económicas.
El propio jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, sostuvo ayer mismo que los cambios en el Gobierno «pueden suceder en cualquier momento» y agregó: «En este gabinete somos siempre útiles a la presidenta».