«Nuestros adversarios se frotan las manos» con Snowden, dice el MI6

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El servicio secreto británico critica al exanalista de la NSA por «dañar» sus operaciones

07 nov 2013 . Actualizado a las 22:17 h.

Los enemigos de Reino Unido «se están frotando las manos con regocijo» por la información filtrada por el exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense Edward Snowden a los medios, ha denunciado este jueves el director del MI6, John Sawers.

«Las filtraciones de Snowden han sido muy dañinas, han puesto nuestras operaciones en peligro. Está claro que nuestros adversarios se están frotando las manos con regocijo, Al Qaida lo ha acogido con entusiasmo», ha señalado el director del servicio secreto exterior ante la Cámara de los Comunes.

Sawers ha comparecido junto al director del Cuartel General de Comunicación del Gobierno (GCHQ) --la agencia británica de vigilancia electrónica--, Iain Lobban, y el del servicio de seguridad interior MI5, Andrew Parker. Los tres han coincidido en la necesidad de ser más abiertos sobre la actividad de los servicios de Inteligencia, aunque han insistido en la necesidad de la confidencialidad por motivos de seguridad nacional.

En este sentido, Lobban ha reconocido que están «estudiando» de forma «activa» si deben compartir más información y, al mismo tiempo, ha insistido en que «ciertos métodos» deben seguir siendo secretos.

«Hemos visto a grupos terroristas en Oriente Próximo, Afganistán y en otros lugares del sur de Asia discutir las revelaciones (de Snowden) de forma específica», ha añadido el jefe del GCHQ, una de las agencias más señaladas en las últimas filtraciones.

«Hemos captado conversaciones de grupos terroristas que, incluso cerca de aquí, discuten cómo evitar lo que ahora perciben como sistemas de comunicaciones vulnerables o cómo seleccionar las comunicaciones que consideran que no son explotables», ha añadido.

La comparecencia de los responsables del MI6, MI5 y GCHQ ha sido televisada, aunque con cierto retraso por razones de seguridad, para que las autoridades pudiesen reaccionar en función de la información que ofrecían los tres jefes de la Inteligencia británica. La vista ha durado alrededor de hora y media.