Un eurodiputado húngaro cambia el extremismo antisemita por una vida judía

EFE

INTERNACIONAL

El año pasado descubrió sus raíces judías y ahora acude a una sinagoga ortodoxa, aprende hebreo y trata de mantener una vida religiosa

05 nov 2013 . Actualizado a las 11:22 h.

Tras descubrir el año pasado sus raíces judías, un eurodiputado húngaro que solía agitar contra Israel y el pueblo judío, acude ahora a una sinagoga ortodoxa de Budapest, aprende hebreo y trata de mantener una vida religiosa.

Csanád Szegedi, de 31 años, se ha separado desde entonces del partido extremista Jobbik, del que había sido vicepresidente, aunque mantiene su escaño en el Parlamento Europeo, donde en sus discursos pide ahora respeto a Israel y a los judíos.

En una reciente entrevista a un semanario húngaro, Szegedi cuenta que su nueva vida consiste en acudir a la sinagoga, tratar de cumplir los preceptos que exige la religión judía y aprender hebreo, la lengua de la Torá, libro de la ley, que se corresponde con el conocido Pentateuco de la Biblia.

Explicó que su primer «Yom Kipur», el día del Perdón y la jornada más sagrada del calendario hebreo, que incluye un ayuno de 25 horas, fue una vivencia impactante.

Además, Szegedi visitó este año, junto a su esposa, el Museo Yad Vashem de Jerusalén, donde Israel recuerda el Holocausto, y acudió al Muro de las Lamentaciones, una «experiencia excepcional».

Familia asesinada durante el Holocausto

El año pasado, el joven político se enteró no sólo de que su madre y abuela son judías sino que la mitad de su familia fue asesinada durante el Holocausto en la Segunda Guerra Mundial.

Todo esto en el seno de un partido, el Jobbik, en el que son constantes las declaraciones y propuestas xenófobas, antisemitas y antigitanas.

Su actual vicepresidente, Elöd Novák, incluso llegó a proponer la elaboración de listas con los nombres de los miembros judíos del gobierno y del Parlamento, ya que en su opinión constituyen «un peligro a la seguridad nacional del país».

La ruptura de Szegedi con el Jobbik fue un escándalo en el partido, la tercera fuerza política de Hungría, más aun cuando el eurodiputado decidió no devolver su escaño.

Para el rabino Slomó Köves, quien acompaña a Szegedi en su descubrimiento del judaísmo, el proceso por el que está pasando es «una reedificación intelectual» tras reconocer que «lo que hacía hasta ahora no está bien» aunque sin saber qué es lo que debe hacer.

«Para eso, se necesita mucho aprendizaje, pensar y repensar», contó el rabino en declaraciones a Efe en Budapest, al tiempo que admitió que el caso significa para él mismo «un gran desafío».

Köves está tutelando al eurodiputado húngaro para que aprenda las tradiciones judías y pueda «catalizar» las sensaciones encontradas que le han afectado en los últimos meses.

Szegedi lee literatura sobre la historia e identidad judía, explicó el rabino, cuya comunidad está afiliada a «Jabad Lubavitch», un movimiento ortodoxo con sedes en todo el mundo.

«Al principio, la mayoría de los miembros de la comunidad eran desconfiados y otros adversos. Es difícil aceptar que alguien que era antisemita ahora está entre nosotros», señaló Köves.

De todas formas, poco a poco todos aceptaron que «hay que darle una oportunidad» y que Szegedi «tiene cada vez más amigos» dentro de la comunidad, aseguró el joven rabino.

En su «vida anterior», el eurodiputado había afirmado que «Israel tiene más diputados en el Parlamento húngaro que en la Knesset (la Asamblea de Israel)».

En otra ocasión dijo que «los judíos están comprando todo el país» (Hungría) y agregó que «artistas húngaros judíos» difamaron diferentes símbolos de Hungría, como la corona.

Raíces judías

Después de conocer sus verdaderas raíces, Szegedi aseguró en un comunicado sentirse culpable «por las tremendas profundidades del discurso público húngaro. Esto solo lo puede entender el que sintió en su propia piel qué es la exclusión por sus orígenes».

Tras un primer encuentro con Köves, el eurodiputado pidió perdón por sus «declaraciones que pudieron herir a la comunidad judía».

«Pienso con remordimiento en las declaraciones que he hecho, hace no tanto tiempo», agregó.

Para Köves, este proceso -que el judaísmo no define como «conversión» sino como un «retorno» a la tradición («teshuvá» en hebreo)- puede servir como ejemplo para muchas otras personas.

En el caso de los judíos, para que no oculten sus orígenes pero también para aquellos que odian a las personas diferentes.

«Para que piensen como sería descubrir que ellos son miembros de la comunidad contra la que dirigen su odio», concluyó el rabino.