Putin entregó a los asistentes al G-20 un USB y un cable para móviles con un troyano

Europa Press

INTERNACIONAL

Los troyanos eran capaces de captar los datos de los ordenadores y de los móviles a los que se conectaran

29 oct 2013 . Actualizado a las 20:50 h.

El presidente ruso, Vladimir Putin, entregó a los mandatarios asistentes a la cumbre del G-20 de San Peterburgo de septiembre una memoria USB y un cable USB de carga para los teléfonos móviles que contenían un 'troyano' para captar datos, según informan este martes los diarios italianos La Stampa y Il Corriere della Sera.

Según relata La Stampa, pocos días después de la cita del 5 de septiembre, el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, entregó ambos regalos a los servicios de seguridad, que a su vez consultaron a los servicios de Inteligencia alemanes.

Tras un primer análisis técnico, estos detectaron que el USB y el cable contenían dos «troyanos» capaces de captar los datos de los ordenadores y de los móviles a los que se conectaran. Según el diario, la investigación todavía está en marcha y no está claro si todos los participantes en la cumbre recibieron los mismos aparatos «modificados».

Después del hallazgo, según Il Corriere, el Consejo Europeo envió un mensaje a las 26 delegaciones que participaron en la cumbre en el que informaba de que «la memoria USB y el cable de alimentación son idóneos para la captación clandestina de los datos de los ordenadores y los teléfonos móviles».

Por ello, se pide que se adopten «cualquier posible precaución en el caso de que estos objetos hayan sido utilizados y, en caso contrario, de entregarlos a las estructuras de seguridad para proceder a controles adicionales».

Según fuentes diplomáticas de la UE citadas por Il Corriere, se está a la espera de la investigación realizada por cada país miembro sobre el asunto para decidir si se plantea una protesta formal y se piden aclaraciones al Gobierno ruso.

La noticia se conoce en medio de la polémica por el espionaje que habría llevado a cabo la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense a algunos mandatarios, entre ellos la canciller alemana, Angela Merkel, y en algunos países, entre ellos España, en los que se espiaron millones de llamadas telefónicas.