Estados Unidos contraataca y acusa a España y Francia de colaborar en el espionaje de la NSA

La Voz REDACCIÓN

INTERNACIONAL

Las inteligencias europeas recopilaron los registros telefónicos y los compartieron con la agencia estadounidense, según el «Wall Street Journal»

30 oct 2013 . Actualizado a las 11:34 h.

La trama de espionaje de la NSA en los países europeos puede dar un giro radical. Según informa el The Wall Street Journal en su edición digital, fuentes gubernamentales de Estados Unidos acusan a Francia y a España de haber colaborado en la recopilación de los datos y llamadas telefónicas que maneja la NSA en los últimos años.

«Los registros telefónicos recogidos por los europeos -en zonas de guerra y otras áreas fuera de sus fronteras- fueron después compartidos con la NSA, según fuentes oficiales de los Estados Unidos, como parte de los esfuerzos para proteger a tropas y civiles norteamericanos y aliados», dice la información del Wall Street Journal.

La misma información asegura que las informaciones en la prensa europea, fuertemente crítica con el espionaje de Estados Unidos, comprometía la imagen y la política del país americano. «Estados Unidos quiere corregir el alcance del espionaje de la NSA pero esto supondría exponer las operaciones de inteligencia de sus aliados, lo que también comprometería cooperaciones futuras», dicen las fuentes anónimas al diario económico. «Fuentes oficiales de Estados Unidos dicen que los documentos aportados por Edward Snowden han sido malinterpretados y que los registros telefónicos en realidad muestran que fueron recopilados por las agencias de inteligencia de Francia y España», continúa la información.

Al mismo tiempo, el máximo responsable de la NSA, el general Keith Alexander, ha afirmado que las revelaciones de los diarios Le Monde, El Mundo y el italiano L'Espresso sobre la interceptación de las comunicaciones de los ciudadanos europeos por la NSA son «completamente falsas». «Para ser totalmente claro, no hemos recogido esas informaciones sobre los ciudadanos europeos», afirmó durante una audiencia en la comisión de Inteligencia de la cámara de Representantes, en la que precisó que se trataba de «datos suministrados a la NSA» por sus socios europeos, en la línea de la información dada horas antes por el Wall Street Journal.

La Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) espió más de 60 millones de llamadas telefónicas en España entre el 10 de diciembre del 2012 y el 8 de enero del 2013, según publicó El Mundo, que cita parte de los documentos filtrados por el exanalista Edward Snowden. Unas revelaciones que llegaron después de que trascendiese el espionaje estadounidense sobre la canciller alemana Angela Merkel. Según un alto cargo, una revisión interna que comenzó este verano permitió que la Casa Blanca tuviera conocimiento del espionaje a mandatarios mundiales, cuyos nombres no han sido revelados por el momento, y diera orden de ponerle fin.

Pero el daño ya estaba hecho. La imagen pública de Obama en Europa se vio seriamente dañada por las informaciones del espionaje sobre países aliados. Ahora Estados Unidos contraataca señalando a España y Francia como coautores del espionaje.

«Dentro de la ley», asegura el director del CNI

El director del Centro Nacional de Inteligencia, Félix Sanz Roldán, ha asegurado, según informa la agencia Europa Press, que este servicio trabaja «siempre dentro de la ley» y que las informaciones que obtienen, con una «eficacia notable», las «mantienen en secreto». «Somos un servicio para la seguridad de los españoles y mantenemos en secreto aquello que es imprescindible mantener», ha señalado Sanz.

El máximo responsable del CNI se ha limitado a defender el trabajo realizado por los servicios secretos españoles, «un servicio secreto que es más servicio que secreto», según sus palabras. Además, Félix Sanz Roldán ha dicho que no tiene inconveniente en acudir al Congreso para dar explicaciones sobre este tema aunque advierte que la ley es «absolutamente explícita y dice que el CNI no puede hablar ni de sus métodos, ni de sus procedimientos, ni de sus relaciones con terceros».