Mushárraf vuelve al arresto domiciliario cuando se preparaba para salir libre

Efe

INTERNACIONAL

El exgeneral pakistaní tendrá que responder por una operación contra un grupo de integristas en el 2007

11 oct 2013 . Actualizado a las 09:36 h.

El exgeneral golpista Pervez Mushárraf, que lideró Pakistán entre 1999 y 2008, ha sido puesto de nuevo bajo arresto domiciliario apenas horas después de recibir la libertad bajo fianza, según ha informado hoy una fuente policial.

En un inesperado giro judicial, el exjefe del Ejército recibió ayer la visita de un equipo policial en relación a un caso abierto, aunque casi paralizado, por la operación que realizaron en el 2007 las fuerzas de seguridad contra un grupo de integristas en Islamabad.

La visita policial, que desembocó anoche en la orden de arresto domiciliario, llegó apenas horas después de que los tribunales ordenaran la puesta en libertad del expresidente, inmerso en una maraña de casos judiciales. «Mushárraf tendrá ahora que presentarse ante un juzgado de primera instancia para declarar y el juez decidirá las medidas a tomar», precisó un portavoz policial, Naim Alí.

En la operación de 2007, presuntamente ordenada por Mushárraf aunque él lo ha negado reiteradamente, murieron un centenar de personas, según la versión oficial. Fue lanzada en la Mezquita Roja de Islamabad después de que un grupo de radicales se atrincheraran dentro.

La demanda fue presentada por un hijo del clérigo radical Abdul Rashid, que responsabiliza a Mushárraf de la muerte de su padre en el asalto.

Tras medio año detenido en su finca de las afueras de Islamabad, el exgeneral había conseguido la libertad condicional en tres de los principales casos abiertos en su contra, pero no contaba con la reactivación del caso de la Mezquita Roja, hasta ahora casi parado. Según publican hoy medios locales, Mushárraf ya había depositado ayer fianzas estipuladas en tres causas diferentes por valor de 4 millones de rupias (unos 40.000 dólares), se había emitido la orden de libertad condicional y todo apuntaba a su inminente salida.

El abogado del exdictador incluso afirmó el miércoles que Mushárraf «podía ir a Dubái o dónde quisiera» después de que un tribunal de Quetta retirara la orden de arresto en el único caso que aún le mantenía detenido en su lujosa mansión de la capital. El exmilitar tiene diversas causas abiertas, todas relativas a su época al frente del país.

Una se refiere a la decisión de su Gobierno de imponer el estado de emergencia y detener a decenas de jueces en 2007, y también está encausado por su presunta responsabilidad en la muerte violenta del líder nacionalista baluchi Nawab Akbar Bugti en 2006.

Mushárraf fue asimismo acusado formalmente el pasado agosto de conspiración para asesinar a la ex primera ministra Benazir Bhutto, muerta en un atentado en 2007 que nunca fue aclarado.

El acorralamiento judicial del exgeneral comenzó poco antes de las elecciones generales del pasado mayo -en abril fue puesto bajo arresto-, a las que no pudo concurrir tras ser descalificado por los tribunales electorales.

Mushárraf, el único de los cuatro dictadores militares de Pakistán que ha sido acusado formalmente en un tribunal y arrestado, había regresado semanas antes a Pakistán tras un autoexilio de cuatro años.