Libia pide a la embajadora de EE.UU. aclaraciones sobre la captura de Al Libi

r. p. Redacción / La Voz

INTERNACIONAL

09 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Libia ha mostrado su disgusto por la captura a plena luz del día en Trípoli de Abu Anas al Libi, uno de los dirigentes de Al Qaida más buscados, por soldados de Delta Force y así se lo ha hecho saber a Washington. El Gobierno de Alí Zeidan citó el lunes a la embajadora de EE.UU., Deborah Jones, para pedirle explicaciones sobre la captura.

Desde Marruecos, donde está de visita, el primer ministro libio aseguró que no pretende dañar las relaciones entre ambos países, pero advirtió que los sospechosos libios deben ser juzgados en su país. «Nos ayudó [EE.UU.] en nuestra revolución, y nuestras relaciones no se van a ver afectadas por este incidente, que vamos a resolver como es debido», declaró, según recoge Reuters/EP.

Mucho más beligerante, el Congreso Nacional de Libia, la más alta autoridad política del país, pidió la entrega inmediata de Al Libi y calificó su captura como una violación flagrante de la soberanía libia.

Doble mensaje

Más que abrir una crisis, Zeidan busca contentar a los libios. «La relación con EE.UU. es importante y nos preocupa, pero también nos preocupan nuestros ciudadanos», añadió. Los analistas consideran que Libia copia el patrón de Pakistán: en público denuncia la intervención de EE.UU., pero en privado la colaboración es total.

El ministro de Justicia libio, Salah al Marghani, convocó el lunes a la embajadora Jones, que evitó magnificar la consulta y aseguró a la BBC que se trató de «un contacto regular». Ese mismo día, Al Marghani y responsables de Exteriores se reunieron con la familia de Al Libi, para informarles de los contactos con los estadounidenses.

Acusado de ser el cerebro de los ataques de 1998 contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania, Al Libi está siendo interrogado, sin la presencia de sus abogado, en el buque San Antonio en aguas internacionales del Mediterráneo, algo que han criticado Amnistía Internacional y Human Rights Watch. Un portavoz del Departamento de Estado descartó la posibilidad de que termine en la cárcel de Guantánamo.

En previsión de cualquier problema de seguridad en su embajada en Trípoli, el Pentágono trasladó el lunes a 200 marines destinados en la base naval de Rota a la base en Sigonella (Sicilia). En mensajes en Internet, los grupos islamistas libios han invitado a la población a secuestrar a estadounidenses y otros occidentales residentes en Trípoli en venganza por la captura del dirigente de Al Qaida.