Kenia cerca a la «viuda blanca» a través de la Interpol

Redacción / La Voz

INTERNACIONAL

La búsqueda de explosivos retrasa el rescate de cadáveres en Westgate

27 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Kenia cierra el cerco en torno a la viuda blanca, la británica Samantha Lewthwaite que considera como la instigadora de la masacre perpetrada por el grupo islamista Al Shabab en el centro comercial Westgate de Nairobi, al recaer sobre ella desde ayer una orden de busca y captura por parte de la Interpol.

Como su participación, directa o indirecta, en el ataque de Nairobi, en el que perecieron al menos 72 personas no está establecida, Kenia ha solicitada a la Interpol su captura por un delito de diciembre del 2011. Entonces, se le imputó por cargos de posesión de explosivos y conspiración para cometer un delito, informa Efe.

La organización policial internacional emitió una «alerta roja» contra Lewthwaite, por lo que las fuerzas del orden de sus 190 países miembros tienen instrucciones de buscarla y, en su caso, detenerla.

Pasaporte falso

En fuga desde hace dos años, la británica se refugió en Somalia, donde entró en contacto con el grupo islamista Al Shabab, vinculado a Al Qaida. Interpol recordó que a la «viuda blanca» se le imputó un delito de posesión de un falso pasaporte sudafricano, lo que pone de manifiesto el riego que existe de que los terroristas viajen a través del mundo.

Samantha Lewthwaite es conocida como la «viuda blanca», por que su marido, Germaine Lindsay, ciudadano británico de origen jamaicano, fue uno de los cuatro suicidas que el 7 de julio del 2005 hicieron estallar varias bombas en el metro de Londres, donde murieron 56 personas y cientos resultaron heridas.

Según diversos medios, Lewthwaite creció en el Reino Unido, donde se relacionó con medios fundamentalistas musulmanes. Tras la separación de sus padres cuando tenía 15 años se relacionó muy de cerca con una familia musulmana y se convirtió a esa religión, que practicó de forma radical.

En el segundo día de duelo nacional en Kenia, prosiguen los entierros de las víctimas de la matanza. La localización y detonación controlada de explosivos colocados en el interior del centro comercial retrasó ayer las tareas de desescombro y la recuperación de cadáveres. El debate sobre el número real de víctimas - la Cruz Roja dijo el miércoles que aún hay 71 desaparecidos- y la identidad de los asaltantes sigue estando sobre la mesa.