Cameron vende la joya de la corona

Gabriel Fraga LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Los emblemáticos buzones del servicio postal Royal Mail llevan siglos formando parte del paisaje de las ciudades británicas.
Los emblemáticos buzones del servicio postal Royal Mail llevan siglos formando parte del paisaje de las ciudades británicas. leon neal < / span>AFP< / span>

Pone en marcha la privatización del servicio de correos estatal, el Royal Mail, que otros jefes de Gobierno no se atrevieron a acometer

13 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Las cabinas telefónicas de Londres son el elemento más internacional del Reino Unido. Pero su aspecto se lo deben a los buzones del Royal Mail, de los cuales tomaron el color rojo que les caracteriza. Adornados con la corona de Isabel II, los buzones no son solo un elemento esencial del mobiliario urbano y rural del Reino Unido, sino una pieza histórica de valor incalculable para los británicos.

Los intentos de privatizar el Royal Mail han sido numerosos tanto por partes de tories como laboristas, pero unas veces la presión popular y otras la fuerte oposición de los diputados, habían frenado que el servicio de correos se vendiese al mejor postor. Ni siquiera la propia Margaret Thatcher, que llegó a privatizar decenas de compañías estatales -entre ellas British Gas, British Airways y British Telecom- se atrevió con el Royal Mail. La dama de hierro dijo durante su mandato que no «estaba dispuesta a privatizar la cabeza de la reina».

El Ministro de Comercio, el liberal Vince Cable, anunció ayer que la Royal Mail saldrá a Bolsa en unas semanas y aseguró que «el Gobierno garantizará la salud de la compañía en el futuro». La venta había quedado fijada ya en 2011 a través de la Ley de Servicio Postales.

No son pocos los que se oponen a la venta, especialmente en un momento en el que ofrece resultados económicos positivos. El sindicato del sector CWU, ha alertado de los riesgos de la venta y el efecto que podría tener para el bolsillo de los ciudadanos (aumento de coste de los servicios) y las condiciones de los trabajadores de la empresa.

«Esto no tiene nada que ver con lo que es mejor para el Royal Mail, sino lo que es mejor para los intereses de ministros y sus amigos de la City», declaró el dirigentes del CWU, Bill Hayes. «Será malo para los ciudadanos, para los trabajadores y para la industria», añadió. Hayes teme que la empresa, valorada en cerca de 3.500 millones de euros, termine siendo un festín para políticos, hombres de negocios y fondos de inversión.

El Gobierno ha ofrecido a los trabajadores un 10 % de la empresa de modo gratuito (unos 2.500 euros por empleado), pero se estima que alrededor del 96 % se oponen a la privatización.

Quinientos años de antigüedad

La historia de Royal Mail se remonta a l reinado de Enrique VIII. El servicio fue fundado en 1516 por este monarca, que estableció la primera ruta postal entre Londres y Dover. Por entonces, el correo era conocido como Master of the Posts (el señor de los mensajes) y era de uso exclusivo del soberano inglés hasta 1635, año en que el rey Carlos autorizó que sus súbditos pudieran utilizarlo. En el 1657 se fijaron las primeras rutas postales. Hacia finales del siglo XVIII, el Royal Mail se establecía como una verdadera institución británica al aparecer las primeras carretas postales que llevaban el escudo de armas real y estaban protegidas por hombres armados con abrigos púrpura y sombrero negro.