Francia no actuará en Siria hasta que no haya una coalición

EFE

INTERNACIONAL

El Parlamento celebra una sesión extraordinadira sobre el conflicto en este país, pero no habrá votación

04 sep 2013 . Actualizado a las 19:46 h.

El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, reconoció hoy que aunque Francia no busca derrocar al presidente sirio, Bachar al Asad, sí desea su salida del poder en el marco de una decisión política, y avanzó que su país no decidirá sobre una intervención hasta que no se haya formado una coalición.

«La decisión última no podrá ser tomada por el presidente, François Hollande, hasta que no se haya formado la coalición», indicó en la apertura de una sesión extraordinaria del Parlamento sobre Siria, que no va a ser seguida de voto.

Ayrault dejó claro que para Francia «jamás ha sido cuestión de enviar tropas sobre el terreno ni de emprender operaciones para derrocar al régimen» sirio, pese a estar «claro» que el país desea «la salida de Al Asad», acusado por la oposición y por EEUU de emplear armas químicas contra la población civil.

«La solución será política y no militar, pero si no se frenan tales actuaciones, no habrá una solución política, porque qué interés tendría para Al Asad negociar mientras crea que puede liquidar a su oposición con métodos que siembran el terror y la muerte», añadió.

Información a los parlamentarios

El jefe del Gobierno galo se comprometió a informar a los parlamentarios «en los próximos días» sobre la evolución de la situación, pero no hizo ningún guiño a ese hipotético voto, considerando que todavía no se ha llegado al punto en que es necesario abordarlo.

La cumbre del G20 que se celebra a partir de mañana en San Petersburgo (Rusia), y en la que Hollande tiene previsto reunirse entre otros con el presidente estadounidense, Barack Obama, será la ocasión, según Ayrault, de recabar la mayor cantidad de apoyos internacionales.

«Ante la barbarie, la pasividad no puede ser una opción, no al menos para Francia», dijo Ayrault, que calificó el ataque del pasado 21 de agosto a las afueras de Damasco como «el más masivo y terrorífico uso de armas químicas en este principio de siglo».

Hollande, en sus palabras, ha optado por una acción «legítima, colectiva y reflexionada», y considera que no hacer nada sería dirigir a Al Asad y al pueblo sirio el mensaje «terrible» de que «se pueden volver a usar armas químicas, quizá de forma más masiva».

«¿Qué credibilidad tendrían nuestros compromisos internacionales contra la proliferación de armas de destrucción masiva?», preguntó Ayrault, para quien «la gravedad de la amenaza» obliga a Francia a actuar y a mantenerse unida y «fiel» a sus valores