Los republicanos que Obama envió a Egipto piden la liberación de los islamistas

EFE

INTERNACIONAL

Consideran que es necesario que todas las partes renuncien a la violencia para comenzar el diálogo nacional y la reconciliación

06 ago 2013 . Actualizado a las 22:47 h.

Los senadores estadounidenses John McCain y Lindsey Graham enviados a Egipto por Obama han pedido la liberación de los presos políticos y el inicio de un diálogo nacional que incluya a todas las fuerzas políticas para salir de la actual crisis. En una rueda de prensa en El Cairo, McCain aseguró que es necesario que todas las partes renuncien a la violencia para comenzar el entendimiento y la reconciliación, que, dijo, son la única vía para hallar una solución.

Los senadores se mostraron críticos con las circunstancias que rodearon la destitución de Mohamed Mursi el pasado 3 de julio y Graham destacó al respecto que «los que están en el poder no fueron elegidos y los que fueron elegidos están en prisión». De esta forma Graham respondió a las insistentes preguntas de los periodistas de si consideran lo ocurrido en Egipto un golpe de Estado, lo que obligaría a Washington a eliminar la ayuda militar anual que presta a Egipto, valorada en 1.300 millones de dólares.

En este sentido, el senador dijo que E.EUU. quiere mantener las relaciones con Egipto, también en el terreno militar, y que para esto «el proceso de transición debe llevar a la democracia». «Cortar la ayuda sería una señal equivocada en el momento equivocado», apuntó por su parte McCain. McCain indicó que todas las partes, incluidas los islamistas, deben participar en la enmienda de la Constitución -suspendida por los militares- y en diseñar un calendario para el traspaso del poder a un Gobierno elegido.

En cuanto a las elecciones presidenciales y parlamentarias, estipuladas en la hoja de ruta de la transición, pidió que sean supervisadas por organizaciones no gubernamentales e internacionales. Por su parte, Graham también subrayó que es necesario liberar a los presos políticos para empezar un diálogo, porque si no la situación se agravará y se producirán más víctimas. En la misma línea, McCain señaló que lo que suceda en las próximas semanas será «muy crítico y tendrá un impacto en la región».

Desde el derrocamiento de Mursi, varios dirigentes islamistas han sido detenidos, entre ellos el «número dos» de los Hermanos Musulmanes Jairat al Shater, y contra otros pesan varias ordenes de arresto. El depuesto presidente se encuentra además recluido desde entonces por los militares en un lugar desconocido, y un juez dictó el pasado 26 de julio prisión preventiva contra él por supuestamente contactar con el grupo palestino Hamás para perpetrar «acciones enemigas contra el país», y por cargos de asesinato y secuestro.

Los senadores, que llegaron este lunes a Egipto por encargo del presidente estadounidense, Barack Obama, se han unido a las gestiones llevadas a cabo en los últimos días por el subsecretario de Estado de EEUU, William Burns, y el enviado especial de la UE para el sur del Mediterráneo, Bernardino León. Acerca de estos esfuerzos mediadores, Graham afirmó que no vienen a «dictar o predicar» sobre las decisiones que deben adoptar los egipcios para salir de la crisis. «Estamos para ayudar a lograr una solución egipcia a un problema egipcio», destacó.

Los senadores estadounidenses se entrevistaron este martes con el jefe del Ejército egipcio, Abdel Fatah al Sisi, el vicepresidente para Relaciones Internacionales, Mohamed el Baradei, y el primer ministro, Hazem el Beblaui. Tienen además programado mantener contactos con representantes de la Coalición Nacional de Defensa de la Legitimidad, integrada por varios grupos islamistas como los Hermanos Musulmanes, que apoyan al depuesto presidente Mohamed Mursi.

Egipto está dividido entre seguidores y opositores a Mursi, que fue derrocado por el ejército el pasado 3 de julio tras multitudinarias protestas los días anteriores que pedían elecciones presidenciales anticipadas.