La compañía petrolera, por su parte, se apuró a argumentar que sus trabajadores se apresuraron a cerrar las válvulas del oleoducto para detener la fuga que se inició en un punto de amarre de una tubería a unos 20 kilómetros al sureste de tierra firme.
El vicepresidente tailandés, Porntep Butniphant, indicó que PTT ha hecho todo lo posible para contener la marea negra, pero advertía que parte del petróleo derramado podría alcanzar la playa de Mae Ramphung.