Las dos cooperantes liberadas en Somalia llegan a Madrid

DPA

INTERNACIONAL

Médicos Sin Fronteras ha informado que las dos mujeres se encuentran en buen estado pero «necesitan tiempo y tranquilidad para recuperarse de esta pesadilla»

20 jul 2013 . Actualizado a las 00:10 h.

Las dos cooperantes españolas de Médicos Sin Fronteras (MFS) liberadas en Somalia tras haber sido secuestradas hace un año y nueve meses en Kenia ya se encuentran en territorio español según ha informado la organización humanitaria a la que pertenecían las dos mujeres.

Blanca Thiebaut y Montserrat Serrat aterrizaron en la base madrileña de Torrejón de Ardoz, a bordo de un avión de las Fuerzas Aéreas españolas que había despegado de Yibuti, donde fueron recibidas por sus familiares.

Médicos Sin Fronteras había pedido horas antes de su llegada el máximo respeto para las dos mujeres, «necesitan tiempo y tranquilidad para recuperarse de esta pesadilla» por el período difícil que les espera a partir de ahora.

Las dos cooperantes que formaban parte del equipo técnico de esta organización fueron secuestradas el 13 de octubre del 2011 en el mayor campo de refugiados del mundo conocido como Ifo, en Dadaab, Kenia.

El responsable de Médicos en España no quiso revelar ningún detalle de la liberación para no poner en peligro a las personas que trabajaron en esta operación. Aún así, quiso destacar la colaboración y «sinergia» que durante el cautiverio ha existido entre la ONG y el gobierno español.

«A lo largo de todos estos meses hemos tenido una total comunicación y coordinación y lo que hemos hecho, como gobierno, es ponernos a su disposición y tratar de ayudarles en todo aquello que nos han pedido y que nos han reclamado», confirmó en una rueda de prensa en La Moncloa la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría.

El principal responsable de la organización en España ha admitido que llegaron a temer por la vida de Thiebaut y Serrat, «claro que temimos por la vida de ellas dos. Hemos tenido siempre una gran preocupación por su salud y bienestar y tuvimos miedo por sus vidas».

El secuestro de las dos cooperantes hizo a MSF congelar sus operaciones en Somalia y en el campo de refugiados de Dadaab. «La alegría por la liberación de las dos no cubre completamente nuestra rabia y dolor. Han sufrido mucho y un sector importante de población también ha sufrido las consecuencias», dijo Bastos. La organización evaluará ahora los riesgos de seguir trabajando en la zona.