La coalición que apoyó al golpe se quiebra por la masacre en El Cairo

redacción / la voz

INTERNACIONAL

Unos 50 islamistas murieron en choques con el Ejército, que dice haber respondido a un ataque

09 jul 2013 . Actualizado a las 11:37 h.

Cinco días después del golpe militar que derrocó al presidente Mohamed Mursi, las negociaciones para designar al nuevo primer ministro egipcio continuaban ayer, pero el partido salafista Al Nur anunció que se retiraba de las discusiones tras la «masacre» de partidarios de Hermanos Musulmanes delante de la sede de la Guardia Republicana en El Cairo, donde estaría detenido Mursi. La dura intervención militar también fue criticada por otras fuerzas que apoyaron la asonada.

Horas antes, el partido había afirmado que se oponía al nombramiento del socialdemócrata Ziad Bahaa el Din como jefe de Gobierno. Yunis Makhyun, de Al Nur, ha explicado que su partido rechaza también la designación de Mohamed el Baradei para la vicepresidencia, pues ambos son miembros del opositor Frente de Salvación Nacional (FSN). Aún así, en un comunicado. Al Nur llamó a un «diálogo nacional sincero» para la reconciliación.

El principal líder de la izquierda, Hamden Sabahi, ha pedido la inmediata formación de un Gobierno para llenar el peligroso vacío político desde la llegada de Adli Mansur a la presidencia. Este ha expresado su «profundo pesar» y ha anunciado la creación de una comisión judicial para investigar lo sucedido. El FSN ha pedido «una investigación urgente y justa». Y El Baradei escribió en Twitter: «La violencia genera violencia y debe ser condenada con firmeza, independientemente de su origen». Además, el excandidato presidencial islamista Abdel Moneim Abol Fotuh, exmiembro de los Hermanos Musulmanes, ha pedido la dimisión de Mansur.

Al menos 51 personas murieron y otras 435 resultaron heridas en los choques de ayer en El Cairo entre islamistas y miembros de las Fuerzas Armadas, según el Ministerio de Sanidad, según recoge Efe. El jefe del servicio de Ambulancias, Mohamed Sultán, explicó que entre los heridos había muchos por disparos de balas y de perdigones.

El portavoz de Interior, Hani Abdulatif, y el del Ejército, Ahmed Ali, aseguraron en rueda de prensa que dos policías y un oficial del Ejército se encuentran entre las víctimas mortales. El Ejército afirmó que sus fuerzas sufrieron el ataque de desconocidos a las cuatro de la madrugada con armas de fuego y bombas incendiarias en el cuartel de la Guardia Republicana, lo que motivó su respuesta. Los asaltantes trataron, dijeron, de escalar la sede y violar el perímetro de seguridad. Y desmintió la muerte anunciada de niños en los choques.

Por su parte, los Hermanos Musulmanes presentaron vídeos y casquillos de bala con los que quieren demostrar que los islamistas recibieron disparos.

Mientras, el prestigioso jeque suní de Al Azhar, Ahmed al Tayeb, instó a la reconciliación nacional «antes de que el país caiga en la guerra civil», y amenazó con encerrarse si las fuerzas políticas no detienen el «baño de sangre». Al Azhar apoyó el golpe que derrocó a Mursi.