Los salafistas vetan a El Baradei para primer ministro de Egipto

Samer AL ATRUSH EL CAIRO / AFP, EFE

INTERNACIONAL

Amenazan con retirar su apoyo a la transición, ya que violaría el pacto con el Ejército

08 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Las nuevas autoridades egipcias parecían ayer dudar de la opción de elegir como primer ministro al premio nobel de la paz Mohamed El Baradei, al que se oponen los salafistas, lo que ha aumentado la incertidumbre en el país, mientras adversarios y partidarios del presidente depuesto, Mohamed Mursi, protagonizaron ayer una nueva jornada de manifestaciones.

La elección de El Baradei, que la víspera anunciaron la agencia oficial Mena y varias fuentes políticas y militares, se topa con la oposición del partido salafista Al Nur, la segunda mayor fuerza islamista del país, que amenaza con retirar su apoyo a la transición si se hace efectivo este nombramiento.

«La nominación de El Baradei viola la hoja de ruta que los poderes nacionales y políticos habían acordado con el general Al Sisi», jefe del Ejército de Egipto, según ha criticado el número dos de Al Nur, Ahmed Jalil.

Los salafistas de Gama Islamiya y su brazo político, Partido de la Construcción y el Desarrollo, aliados de Mursi, pidieron ayer la dimisión del jefe del Estado, Adli Mansur, «para evitar que la patria entre en un amargo conflicto». Mientras, el líder de Al Qaida, el egipcio Ayman al Zawahiri, ha atribuido la caída de Mursi al fracaso de los Hermanos Musulmanes y a Al Nur en la aplicación de la ley islámica y en las divergencias entre ambos, recoge Europa Press.

La oposición laica ha elegido a El Baradei -exdirector del Organismo Internacional de la Energía Atómica y premio Nobel de la Paz en el 2005- como su «voz» en la transición. Su nombramiento al frente del Gobierno aportaría el lustre de una personalidad internacionalmente reconocida y con convicciones democráticas. En cambio, enfurece a los islamistas.

La Fiscalía egipcia decretó ayer prisión contra cuatro prominentes miembros de los Hermanos Musulmanes acusados de incitar a la violencia y ordenar la represión de una protesta contra Mursi. En la calle, la presión continuó con las movilizaciones de seguidores y detractores de Mursi en El Cairo.

El presidente ruso, Vladimir Putin, consideró que Egipto estaba al borde de una guerra civil, pero el ex primer ministro británico Tony Blair, emisario del Cuarteto para Medio Oriente, defendió la decisión del Ejército de derrocar a Mursi, ya que la alternativa era el «caos».