El Congreso de Brasil reacciona a las protestas con votaciones exprés

Eduardo Davis / Ana María Pomi BRASILIA / EFE, DPA

INTERNACIONAL

Aprueba una serie de medidas económicas y sociales para apacigüar las calles

27 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El Congreso brasileño, la institución más desprestigiada del país, votó con carácter de urgencia entre el martes y ayer una serie de proyectos que «dormían» desde hace meses e intentó responder a casi todas las demandas de las protestas que estremecen las calles.

Transporte de calidad y más barato, presupuestos para la salud y la educación, el rechazo a una propuesta que impedía a la Fiscalía investigar la corrupción, así como el gasto público en el Mundial de fútbol del 2014 están en la agenda de las protestas que sacuden Brasil desde hace dos semanas, y en las votaciones «exprés».

La Cámara de Diputados rechazó el proyecto conocido como PEC 37, que excluía a la Fiscalía de las investigaciones de corruptelas, y aprobó destinar un 75 % de los derechos de explotación del petróleo a la educación y el otro 25 % a la salud. También puso fin al voto secreto cuando los legisladores estén decidiendo la destitución o no de senadores y diputados. Y rechazó la transferencia de 20 millones de euros a la FIFA para el Mundial.

Fueron votaciones apresuradas, casi sin discusiones y provocadas por la presión de la calle. La PEC 37, que nadie dudaba de que sería aprobada, fue rechazada con 430 votos, nueve a favor y dos abstenciones.

También, el presidente del Senado, Renan Calheiros, cuya renuncia es exigida por los manifestantes por sospechas de corrupción, presentó una «agenda positiva», en línea con la voz de las calles. Anunció que discutirán proyectos de ley que proponen destinar el 10 % del PIB a la salud y otro tanto a educación, y que se votarán propuestas para endurecer las penas para delitos de corrupción. También pidió que los beneficios del petróleo financien transporte gratuito para los estudiantes. El alza de las tarifas generó las protestas. Asimismo, declaró que aceptará cualquier proyecto «para reducir el número de ministerios» y el elevado gasto burocrático, otra exigencia de los indignados. Calheiros dijo que esos proyectos, que languidecen en el Congreso desde hace años, se votarán en «diez o quince días» y que el Senado renunciará al receso de julio para «trabajar».

Agilidad en las reformas

Otro propósito de enmienda llegó del titular del Congreso, Henrique Eduardo Alves, quien, frente a la decisión de la jefa de Estado, Dilma Rousseff, de llamar a una Asamblea Constituyente para forzar una reforma política congelada hace años, dijo que los cambios tienen que ir por otra vía para que sean rápidos. Se comprometió a votarlos este año. Rousseff renunció a la Constituyente, y anunció un plebiscito sobre la forma y el contenido de esa reforma.

Los sindicatos, que ayer se reunieron con la mandataria, ratificaron sus protestas para el 11 de julio. Paulo Pereira da Silva, de Fuerza Sindical, dijo que la presidenta declinó conversar, «simplemente escuchó a los sindicatos, se levantó y se fue» porque tenía otro compromiso. Ayer, violentos choques entre manifestantes y policías se registraron en las cercanías del estadio Mineirao» en Belo Horizonte, donde Brasil y Uruguay se medían en la semifinal de la Copa Confederaciones.