La posición de Putin aleja un acuerdo sobre Siria

La Voz

INTERNACIONAL

18 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La cumbre de los líderes del G8 que se celebra en el hotel Lough Erne, en la localidad norirlandesa Enniskillen, está marcada por el gran desacuerdo entre Rusia y Occidente sobre la guerra en Siria, que se ha cobrado 93.000 vidas en dos años.

La primera reunión en más de un año entre Barack Obama y Vladimir Putin tenía lugar poco después de que el presidente de EE.UU. diera por ciertas las informaciones del uso de armas químicas por parte del régimen de Bachar al Asad, la línea roja que él mismo se trazó como condición para implicarse en el conflicto.

El Kremlin, fiel aliado de Damasco, dejó claro ayer que se opone a establecer una zona de exclusión aérea sobre Siria, mientras la víspera Putin advertía a los occidentales del peligro de armar a los rebeldes, recordando el vídeo que mostraba a un yihadista sirio mordiendo el corazón de un soldado abatido. «Es difícil apoyar a gente que no solo mata a sus enemigos sino que además mutila sus cuerpos y come sus órganos», dijo. En un encuentro previo a la cumbre, Putin mantuvo el semblante serio mientras François Hollande criticaba que Rusia siga vendiendo armas a Al Asad.

Pese a que EE.UU. ha anunciado ya su intención dar ayuda militar directa a los opositores y que la UE ha levantado el embargo de armas a Siria, ningún país europeo ha dado pasos para cumplir su promesa a los rebeldes. Mientras, Al Asad aseguraba que Europa «pagará el precio» de armar a «terroristas rebeldes», en una entrevista con el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung.

Cameron, que fue una de las voces que lideró el levantamiento del embargo por parte de la UE, salió ayer en defensa de los rebeldes. «No debemos aceptar lo que el presidente Al Asad quiere que aceptemos, y esto es que la única alternativa a su régimen es el terrorismo extremista. Esto no es cierto y es insultante hacia los millones de sirios que quieren un futuro democrático y pacífico para su país y este es el bando con el que debemos trabajar», dijo.

El ministro de Exteriores, William Hague, y Cameron han reconocido la difícil tarea de llegar a un acuerdo con Putin durante la cumbre del G8. Los ojos estaban puestos en el encuentro anoche entre Putin y Obama que podría desatascar, o incluso empeorar, las negociaciones.