Los terroristas de Londres eran dos lobos solitarios y estaban fichados

GABRIEL FRAGA LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Cameron llama a la unidad tras protestas ultraderechistas y ataques a dos mezquitas

24 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El servicio secreto británico, el MI5 y el MI6, tenía fichados a los dos sospechosos del asesinato en Londres de un soldado el miércoles, el primer atentado terrorista en suelo británico desde los fatídicos ataques de julio del 2005. El hombre que apreció en un vídeo con las manos ensangrentadas y varios cuchillos de carnicero ha sido identificado como Michael Adebolajo, un ciudadano británico de origen nigeriano convertido al islam hace diez años. No ha trascendido la identidad del segundo, también de origen africano. El Ministerio de Defensa si confirmó que la víctima es Lee Rigby, un baterista del Ejército de 25 años, originario de Manchester e hincha del United. Casado y padre de un niño de dos años, había servido en Afganistán en el 2009.

Los presuntos asesinos atropellaron primero a Rigby, al que después acuchillaron en frente de decenas de personas. Un hombre y una mujer de 29 años fueron detenidas ayer bajo sospecha de haber ayudado a los agresores, según Scotland Yard.

Otros dos detenidos

Los agresores, bajo custodia policial en distintos hospitales tras ser heridos de bala por la policía, no eran desconocidos por el servicio secreto, de hecho uno de ellos había sido interceptado cuando presumiblemente intentaba abandonar el país para viajar a Somalia, donde pretendía unirse a la milicia de Al Shabab, una célula de Al Qaida.

David Cameron ha prometido lanzar una investigación al respecto. «El nuevo director del MI5, Andrew Parker, tendrá que responder a preguntas incómodas», escribe el experto del Daily Telegraph, Con Coughlin.

El primer ministro hizo un llamamiento a la calma y la unidad en frente de Downing Street, después de una reunión extraordinaria del Gobierno. «Los que han hecho esto claramente quieren dividirnos. Pero debemos permanecer unidos», dijo. Hizo hincapié en que la información es todavía limitada, y añadió «esto no es solo un ataque a Reino Unido y la sociedad británica, sino una traición al islam y a la comunidad musulmana que tanto contribuye en este país».

El premier y el alcalde de Londres, Boris Johnson, visitaron el barrio de Woolwich, donde tuvo lugar el ataque y donde residen más soldados ya que allí tiene su base la Artillería Real. «Los londinense deben tomar ejemplo de los vecinos de Woolwich, que con coraje y naturalidad se enfrentaron a los asesinos. Y ese es mi mensaje a la gente: sigan haciendo sus vidas».

Tras el ataque ha habido una escalada de tensión entre grupos de ultraderecha y la comunidad musulmana. Al menos dos mezquitas han sufrido ataques e integrantes de la English Defense League (EDL), un grupo de extrema derecha y antiislámico, se ha manifestado en varios puntos de Londres, incluido Woolwich. Los líderes musulmanes se han apresurado a condenar los hechos. Woolwich permanece sellado por la policía y el Ejército y se ha recomendado a las tropas que no vistan el uniforme fueras de las bases. Además se han desplegado 1.200 agentes adicionales.