Letta lleva al Gobierno a un convento, como le sugirió Merkel

maría signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Un exsindicalista, nuevo jefe del PD

12 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Dos días reunidos en un monasterio con la intención de conocerse mejor y «hacer equipo» es la idea que le ha sugerido Angela Merkel, experta en dirigir un Gobierno de coalición, al neófito presidente del Gobierno italiano, Enrico Letta, para poner de acuerdo a sus ministros y evitar tensiones. Así, desde hoy y hasta mañana, el Ejecutivo italiano estará encerrado en un convento de Toscana, la abadía de Spineto, no lejos de Siena. Un lugar tranquilo y alejado, cuya estancia pagará cada ministro de su bolsillo.

Ya su antecesor Romano Prodi había organizado reuniones de este tipo en tres ocasiones y por ello alguno ya ha ironizado con que «no traen suerte». La intención de Letta es preparar el programa de gobierno para los primeros cien días. Se estudiarán los principales puntos y se intentará llegar a acuerdos en los más delicados y que ya han provocado fricciones con los partidos que apoyan al Ejecutivo, sobre todo con el Pueblo de la Libertad, de Silvio Berlusconi.

Entre los aspectos más importantes está el documento económico. Letta se ha reunido con el ministro de Economía, Fabrizio Saccomani, para conseguir llevar adelante con suficiente cobertura financiera las promesas realizadas ante el Parlamento durante su discurso y con las que el PdL tiene discrepancias.

El Partido Demócrata celebró ayer su asamblea nacional para elegir al nuevo secretario tras la dimisión de Pier Luigi Bersani. Será el exsindicalista Guglielmo Epifani el encargado de mantener unido al partido hasta el congreso de octubre, y superar las fricciones que han surgido desde que Bersani no consiguió del resto de las fuerzas políticas la confianza para formar Gobierno en solitario. Un sector del partido no ha digerido bien el acuerdo de Letta con Berlusconi y las amenazas de escisión son una realidad. Epifani tendrá que hacer gala de sus ya probadas dotes de mediador para superarlas.

Del 2002 al 2010 dirigió el principal sindicato de izquierda, Cgil, y es un convencido socialista que rechazó candidaturas al Parlamento Europeo y la alcaldía de Nápoles, y solo ahora, en las elecciones de febrero, decidió presentarse a la Cámara de Diputados.

Como primer paso, ayer Epifani se reunió con los jóvenes más críticos dentro del partido, que no aceptan la alianza de Gobierno y quieren saber quiénes fueron los 101 parlamentarios que no votaron a Romano Prodi como presidente de la República. Tras haber llegado a un acuerdo entre las corrientes del PD para elegir a Epifani, queda por ver cuál será su equipo. Letta dijo que su elección era «una buena noticia para el Gobierno».