La cautela se impone en Oriente Medio

INTERNACIONAL

07 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Guerra improbable. La sangre no llegará al río pese a las amenazas de Siria y la alerta máxima decretada en Israel. El mensaje de Netanyahu a Bachar al Asad es claro: no va a aceptar que misiles Fateh-110 iraníes terminen en manos de Hezbolá, pero su objetivo no es el régimen de Siria. «No sopla ningún viento de guerra», aclaró ayer el general al mando del Comando Norte de Israel, Jair Golan. Tampoco parece probable que Damasco, Hezbolá o Irán busquen abrir un frente contra Israel. El intento del régimen chií de Teherán de capitalizar el sentimiento antisionista en el mundo árabe estaba condenado al fracaso ante el apoyo suní a la rebelión contra Al Asad.

La cautela también impera en la comunidad internacional sobre el uso de armas químicas en Siria. No es la primera vez que se acusa a los rebeldes de usar gas sarín - quizás con el objetivo de forzar la intervención de Estados Unidos-, pero viniendo de una jurista de prestigio como Carla de Ponte es para tenerlo en cuenta pese a la matización de la ONU. La exfiscal nunca se ha arrugado ante las críticas. Ya lo demostró cuando presidió el tribunal que juzga los crímenes en la exYugoslavia.