El asesinato de un fiscal complica aún más el juicio por la muerte de Bhutto

Islamabad / agencias

INTERNACIONAL

04 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El fiscal que llevaba el asesinato de la ex primera ministra pakistaní Benazir Bhutto y los atentados de Bombay (2008) fue asesinado ayer a tiros en Islamabad. Una muerte que complica aún más el juicio por la muerte de la ex jefa de Gobierno.

Chaudhry Zulfiqar iba al volante de su coche cuando recibió más de doce tiros, la mayoría el torso, disparados por unos pistoleros desde una moto en una calle muy frecuentada. Su guardaespaldas resultó herido y una transeúnte murió atropellada al perder el fiscal el control de su vehículo. Los atacantes se dieron a la fuga.

Zulfiqar salía de su domicilio para acudir a una audiencia por el caso Bhutto en el tribunal de Rawalpindi. Este caso volvió a la luz pública hace unas semanas con el regreso del exilio del expresidente Pervez Musharraf, acusado de no haber protegido lo suficiente a Bhutto y que por ello está en arresto domiciliario.

El presidente Asif Alí Zardari, viudo de Benazir Bhutto, condenó el asesinato y ordenó una investigación en profundidad «para hallar a los verdaderos culpables». Nadie ha sido condenado por la muerte de Bhutto durante un acto electoral en el 2007. Musharraf había acusado en su momento a Baitulah Mehsud, líder de los talibanes pakistaníes abatido por drones en el 2009. Pero Mehsud siempre lo negó. Los Bhutto siempre han acusado del crimen a Musharraf.

El asesinato del fiscal se produce a ocho días de unas elecciones históricas, ya que por primera vez un Gobierno civil ha logrado completar una legislatura de cinco años, hecho inédito en este país en donde los golpes militares eran constantes. No obstante, es una campaña enlutada por múltiples atentados, como el que ayer costó la vida a un candidato de un partido laico y a su hija.