Capriles impugna las elecciones y llama cobardón a Maduro por recular en el recuento

redacción / la voz

INTERNACIONAL

La oposición señala que hubo irregularidades relacionadas con presión a electores, votantes que sufragaron en múltiples oportunidades o haciéndose pasar por fallecidos, e intimidación a testigos

03 may 2013 . Actualizado a las 00:42 h.

La oposición venezolana impugnó ayer formalmente las elecciones del 14 de abril, que, a juicio de la coalición Mesa de la Unidad Democrática, estuvieron plagadas de irregularidades. Aunque no se espera una respuesta de inmediato del Tribunal Supremo de Justicia, la impugnación es un paso «necesario para que el mundo sepa lo que está pasando en el país», señaló el opositor Henrique Capriles.

Capriles acusó de «cobardón» al presidente Nicolás Maduro, quien inicialmente se había mostrado de acuerdo con realizar una auditoría a las elecciones pero luego dio marcha atrás. La auditoría, sin embargo, se está haciendo, pero el Consejo Nacional Electoral no aprobó las condiciones solicitadas por la oposición, por lo que esta no participa de ella.

La oposición señala que hubo irregularidades relacionadas con presión a electores, votantes que sufragaron en múltiples oportunidades o haciéndose pasar por fallecidos, e intimidación a testigos.

Mientras, Maduro calificó de «burguesito llorón» a Capriles. «Acepta tu derrota, fascista mayor», le exigió.

Estos insultos entre los líderes del oficialismo y la oposición llegaron precedidos de una golpiza recibida por parlamentarios opositores, por parte de diputados del oficialismo, en la Asamblea Nacional. Ayer, Julio Borges, a quien le rompieron el hueso malar, denunció en la Fiscalía las agresiones. El presidente venezolano deploró lo sucedido, pero exhoneró a los suyos de culpabilidad.

Además de lamentar la pelea, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza,pidió que Maduro intervenga para que se restablezca el derecho de los diputados a expresarse libremente en el ejercicio de sus funciones. Sus palabras merecieron la descalificación del canciller Elías Jaua, quien las calificó de «injerencia», ya que fueron pronunciadas en «coordinación con el Departamento de Estado y la Casa Blanca». Jaua también volvió a la carga contra García-Margallo, del que dijo es «muy ligero» en sus declaraciones, por sugerir ayudar.