El Reino Unido abre su primera embajada en Somalia desde 1991

Efe

INTERNACIONAL

Es el primer país de la Unión Europea que abre una legación en Mogadiscio desde la instauración del Gobierno Federal el año pasado

25 abr 2013 . Actualizado a las 19:01 h.

El ministro británico de Exteriores, William Hague, reabrió hoy la embajada de su país en Somalia, donde el Reino Unido no contaba con representación diplomática desde 1991.

Tras izar la bandera británica en la legación, ubicada en el fortificado complejo del Aeropuerto Internacional de Mogadiscio, Hague subrayó el compromiso del Ejecutivo de Londres con Somalia en «la reconstrucción del país tras dos décadas de conflicto».

«Seguiremos trabajando con el Gobierno somalí en prioridades compartidas, que incluyen hacer frente al conflicto, atajar el terrorismo y la piratería, suministrar asistencia humanitaria y promover los intereses británicos», afirmó el ministro.

La inauguración de la embajada se produce menos de dos semanas antes de la Conferencia de Somalia que se celebrará el próximo 7 de mayo en Londres con el fin de recabar apoyo internacional para el Gobierno Federal del país africano, establecido en el 2012.

El Reino Unido se convierte en el primer país de la Unión Europea que abre una legación en Mogadiscio desde la instauración del Gobierno Federal el año pasado.

Varios países europeos -España entre ellos- tienen embajadores acreditados ante el Gobierno somalí, pero residen en la vecina Kenia por motivos de seguridad.

En una rueda de prensa conjunta, el presidente de Somalia, Hassan Sheik Mohamud, se mostró «muy contento» por la reapertura de la nueva legación británica. Por su parte, el primer ministro somalí, Abdi Farah Shirdon, señaló que el gesto de Londres es «una fuerte señal de la mejora de la situación (en el país del Cuerno de África) que otros países apreciarán y seguirán».

El Reino Unido se suma así a los pocos países que actualmente cuentan con una embajada en la caótica capital somalí, entre ellos Etiopía, Irán y Turquía.

La anterior embajada británica -radicada cerca del puerto capitalino- cerró en 1991, cuando el Gobierno de Londres evacuó a sus diplomáticos tras el derrocamiento del dictador Mohamed Siad Barré, y el edificio está hoy en ruinas.

La caída de Barré dejó al país sin un gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra que responden a los intereses de un clan determinado y bandas de delincuentes armados.

Pese a los avances en el terreno político logrados el pasado año, el nuevo Ejecutivo todavía no cuenta con un control absoluto del territorio, con amplias zonas del centro y el sur de Somalia bajo dominio de la milicia integrista islámica Al Shabab.