Maduro culpa de la violencia a Capriles y lo amenaza con la cárcel

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

El opositor dice que el Gobierno venezolano provocó los disturbios para evitar el recuento de votos

17 abr 2013 . Actualizado a las 16:39 h.

El presidente electo de Venezuela, Nicolás Maduro, prohibió a los partidarios de su rival en los comicios del domingo, Henrique Capriles, asistir hoy a una manifestación en el centro de la ciudad para solicitar, ante el Consejo Nacional Electoral, un recuento de los votos que le dieron la victoria. «No permitiremos que vayan a llenar de sangre las calles de Caracas», dijo.

Maduro acusó a Capriles de «sembrar la violencia» en el país, y señaló, como lo hizo también la fiscala general, Luisa Ortega, que en las últimas horas, en Venezuela, se produjeron seis asesinatos directamente atribuibles a partidarios de la oposición, o la «burguesía amarilla», como la llamó el presidente electo, en alusión al color del partido Primero Justicia, en el que milita Capriles. Además, añadió que dos sedes del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela en el interior del país fueron incendiadas por opositores, y que ademas buscaban atacar centros médicos atendidos por cubanos y residencias de funcionarios.

También amenazó, al igual que lo hizo el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, con apresar a Capriles y a Leopoldo López, señalando que ambos se negaban a desconocer la voluntad popular y planeaban un golpe de Estado promovido por fascistas. «Mano dura, no voy a permitir que chantajeen al país», gritó Maduro. «No entra a Caracas esa marcha y punto», señaló.

Posteriormente, en una segunda intervención en radio y televisión (con todas las televisiones y radios del país amarradas a la señal estatal), afirmó que va a «radicalizar la revolución» y comparó a Capriles con Pedro Carmona, quien gobernó durante 30 horas el país durante el breve golpe de Estado que derrocó a Hugo Chávez en abril del 2002.

La intervención se produjo justo en el momento en el que se esperaba una rueda de prensa de Capriles con periodistas internacionales, que no pudo ser transmitida por televisión.

Maduro tomará posesión del cargo de presidente ante la Asamblea Nacional el viernes, 19 de abril (día de la firma del acta de la Independencia venezolana, festivo nacional) y tras ser proclamado apenas 15 horas después de que el Consejo Nacional Electoral lo declarara ganador por 250.000 votos sobre un total de 15 millones de sufragios emitidos.

Capriles había solicitado el recuento de votos, a lo que se sumaron, entre otros, Estados Unidos, la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos (OEA). Ayer en su cuenta de Twitter acusó al Gobierno de provocar la violencia como respuesta. «El ilegítimo [Maduro] y su Gobierno ordenaron que exista violencia para evitar el conteo de los votos. Ellos son los responsables [de las muertes]», afirmó. También vía Twitter, y en una rueda de prensa el lunes, Capriles se deslindó de la violencia y llamó a manifestaciones pacíficas. El cacerolazo que convocó ese día fue considerado el más grande en el país desde 1992. Las marchas celebradas ayer transcurrieron de modo pacífico y con elevada participación.