Más de 18 millones de personas están llamadas a las urnas en unas elecciones en las que el heredero político de Chávez, Nicolás Maduro, y el opositor Henrique Capriles miden sus fuerzas
12 abr 2013 . Actualizado a las 19:16 h.Los venezolanos acudirán este domingo a las urnas para elegir a un nuevo presidente tras la muerte el pasado 5 de marzo del mandatario Hugo Chávez.
En esta contienda se medirán el oficialista Nicolás Maduro, elegido por Chávez como su heredero político, y el opositor Henrique Capriles Radonski, quien se desempeñaba como gobernador del estado de Miranda (centro).
Los independientes Reina Sequena (del partido Poder Laboral), María Bolívar (PDUPL), Fredy Tabarquino (Joven) y Eusebio Méndez (NUVIPA) completan el cuadro de candidatos presidenciales.
Los comicios estarán marcados por hechos atípicos, empezando por la propia muerte de Chávez, pero también la organización en poco más de 30 días por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) y la realización de una «campaña relámpago» de apenas diez días.
La votación se realizará de manera automática y cada elector escogerá una opción de una máquina de votación que después imprimirá un comprobante con la opción elegida. Acto seguido, el votante depositará el comprobante en una urna donde posteriormente serán contabilizados los votos.
Cada elector tendrá un tiempo máximo de cinco minutos para elegir su opción en la máquina de votación, pero se estima que en promedio ejercerán su derecho al voto en menos de un minuto debido a la sencillez del sistema.
Para estas elecciones están habilitados para votar más de 18 millones de venezolanos mayores de 18 años, toda vez que el CNE decidió utilizar el mismo registro electoral de los comicios presidenciales del pasado 7 de octubre.
En aquella ocasión, Chávez (1999-2013) derrotó al opositor Capriles al obtener un 55 por ciento de los votos, lo que le abría el camino para mantenerse en el poder en el periodo 2013-2019.
El CNE decidió -al igual que en las elecciones de octubre- que para estos comicios no habría observadores internacionales, sino una misión de «acompañantes» que realizará un seguimiento con poderes limitados.
Tanto el chavismo como la oposición han asegurado que los comicios serán seguros y no existe posibilidad alguna de fraude electoral o manipulación del voto.
Sin embargo, la oposición constantemente acusa al CNE de tener una mayoría cercana al oficialismo que ha permitido a Maduro «abusar» de los medios y recursos del Estado en esta campaña electoral.
El organismo ha negado todas estas acusaciones que afirma son vertidas por «sectores antidemocráticos», como denunció la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, y ha reiterado su profesionalidad e imparcialidad.