En un entrevista en la NBC también se refirió a una posible carrera política de su madre
09 abr 2013 . Actualizado a las 10:09 h.Chelsea Clinton, la hija única del expresidente estadounidense Bill Clinton y la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, dejó hoy la puerta abierta a seguir los pasos de sus padres con una carrera política en el futuro.
En una entrevista con la cadena NBC, donde trabaja como colaboradora, la hija única de los Clinton aseguró que, por el momento, está a gusto viviendo en «una ciudad (Nueva York), un estado y un país en los que apoyo rotundamente a mi alcalde, mi gobernador, mi presidente, mis senadores y mi congresista».
«Si en algún momento eso no fuera cierto y yo pensara que puedo tener un impacto significativo y considerablemente grande, entonces tendría que hacerme esa pregunta y responderla», agregó.
Chelsea Clinton, de 33 años, se pronunció también sobre las crecientes expectativas en torno a una posible carrera presidencial en 2016 de su madre, que dejó el Departamento de Estado en febrero y se dedica ahora a escribir sus memorias y ofrecer discursos.
«Respeto profundamente y aprecio toda la admiración, el respeto y la gratitud al servicio de mi madre», señaló Chelsea. «Como su hija, lo que más quiero es que tome la decisión correcta para sí misma. Creo que esa será la decisión correcta para nuestro país, y la apoyaré en lo que sea que elija hacer», añadió.
Pese a que la exprimera dama ha evitado pronunciarse sobre sus intenciones, varias encuestas la perfilan como favorita entre los demócratas, y un comité de acción llamado «Ready for Hillary» («Preparados para Hillary») ya trabaja de forma independiente con la vista puesta en su posible candidatura.
Mientras, su hija se muestra cada vez más implicada en la organización de su padre, la Iniciativa Global Clinton, y en la fundación que creó el expresidente, que en las últimas semanas ha cambiado su nombre para denominarse «Bill, Hillary and Chelsea Clinton Foundation».
En una entrevista con la revista Vogue el pasado agosto, Chelsea Clinton reconoció que, después de años de negarse rotundamente a la posibilidad de una carrera política, la frustrada carrera presidencial de su madre en 2008 le había hecho reflexionar.
«Antes de la campaña de mi madre, hubiera dicho que no. No porque fuera algo sobre lo que había pensado mucho, sino porque es lo que me han preguntado toda la vida. Ahora no lo sé», aseguró entonces.