Hollande lanza un plan contra la corrupción para esquivar el escándalo de su exministro

El presidente francés, François Hollande, intentó ayer detener el desgaste de imagen que le ha causado el escándalo provocado por su exministro de Presupuesto, Jérome Cahuzac, responsable precisamente de luchar contra el fraude fiscal y quien admitió tener cuentas bancarias en Suiza después de haberlo negado durante varios meses. Lo hizo anunciando un paquete de medidas contra la corrupción, en concreto, la aprobación de una ley para que los políticos publiquen su patrimonio y la prohibición de que los que reciban condenas por corrupción o por fraude fiscal puedan ocupar cargos públicos.

El jefe de Estado anunció estas medidas en una breve declaración televisada que se vio obligado a improvisar para intentar encauzar el escándalo que salpica a su Gobierno inmediatamente antes de viajar a Marruecos. Según aseguró, Cahuzac no gozó de «ninguna protección» del Estado. El exministro, dijo, cometió una «falta imperdonable», un «ultraje a la República». Hollande proclamó que «la ejemplaridad de los responsables públicos será total» y anunció, para «reforzar» la independencia de la justicia», un proyecto de ley que tiene por fin reformar el Consejo Superior de la Magistratura.

Según informó el diario ginebrino Le Temps, la investigación judicial llevada a cabo en Suiza permitió establecer la existencia de una cuenta no declarada del exministro. El conocimiento por parte de sus abogados de Cahuzac del resultado positivo de las pesquisas fue el detonante que le hizo cambiar de posición y confesar lo que hasta ese momento había negado.

Según Efe, la líder del ultraderechista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, pidió la dimisión del Gobierno y la disolución de la Asamblea Nacional para celebrar nuevas elecciones. Se da la circunstancia de que un abogado de extrema derecha, consejero personal de Le Pen, abrió la cuenta de Cahuzac en Suiza, publica ayer Le Monde.

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