Li Keqiang se pone al mando del nuevo Gobierno chino

antonio broto PEKÍN / EFE

INTERNACIONAL

Li saluda a su antecesor Wen, mientras Xi aplaude.
Li saluda a su antecesor Wen, mientras Xi aplaude. Jason Lee< / span> reuters< / span>

El sucesor de Wen Jiabao es tenido por un «liberal» en la jerarquía comunista

16 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La Asamblea Nacional Popular (ANP), el Legislativo chino, nombró ayer nuevo primer ministro a Li Keqiang, de 57 años, quien hereda la tarea de enderezar los desajustes sociales de la segunda economía del mundo. Li, que desde 2008 era el viceprimer ministro encargado de asuntos financieros, fue elegido por los casi 3.000 delegados en una votación cuyo resultado se conocía ya con meses de antelación por 2.940 votos a favor, tres en contra y seis abstenciones.

Tras completarse el trámite, en una ceremonia celebrada en el Gran Palacio del Pueblo, Li saludó a los delegados con una reverencia y, entre aplausos, estrechó la mano de quien desde el jueves es presidente de China, Xi Jinping. A continuación saludó efusivamente y fue felicitado por su antecesor, un muy sonriente y relajado Wen Jiabao, quien se retira tras una década en la que el país pasó del sexto al segundo lugar en el ránking de economías mundiales y acosado por la sombra de corrupción económica en su entorno familiar.

Li, uno de los líderes comunistas surgidos de la Liga de Juventudes Comunistas (los llamados «tuanpai»), asume la complicada responsabilidad de que bajo su mando China ascienda un último escalón y se encarame hasta el primer puesto económico, algo que según algunos analistas podría ocurrir antes del fin de esta década. Nacido en la provincia oriental de Anhui, una zona agrícola y de emigrantes a las grandes ciudades, Li combina unos humildes orígenes rurales con tendencias liberales.

Definido como «comprometido y bien informado» en uno de los cables filtrados por Wikileaks, una de sus recetas para combatir la acuciante desigualdad socioeconómica del país es modernizar el modelo agrario y hacerlo «competitivo y eficaz». Su nombramiento, unido al de nuevo presidente el jueves, da inicio a la que ya ha comenzado a llamarse «Administración Xi-Li», en la que la quinta generación de líderes chinos abre una nueva época para el régimen.