El «secuestro económico» sitúa a Obama en una difícil posición

Victoria Toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

La única salida a los recortes sería un gran acuerdo de ambos partidos

03 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Barack Obama repitió ayer en su discurso semanal que los únicos responsables de la entrada en vigor de los recortes presupuestarios son los republicanos. Pero una mirada a lo que ha sucedido también muestra la responsabilidad de la Casa Blanca.

El presidente se lo jugó todo a una carta, la remota posibilidad de que los legisladores conservadores aceptaran otra subida de impuestos, y perdió. El enrocamiento de ambos bandos en sus posturas hace que la salida de la situación a la que han llevado a Estados Unidos sea ahora muy difícil.

La solución pasa por la aprobación de una ley que elimine esos recortes de manera retroactiva. La negociación de esta la deberían llevarla a cabo Obama y el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner. Pero la relación entre ambos no pasa por su mejor momento. Tras la dramática discusión que consiguió el pasado 1 de enero evitar el abismo fiscal, la posición de Boehner en su partido quedó muy tocada.

Sin mover ficha

Entonces, el republicano aceptó la imposición de Obama para que se aprobara una subida de impuestos a los más ricos. Y eso es todo lo que Boehner piensa aceptar en ese sentido. Lo explicó el viernes a la salida de la reunión con el presidente: «Ya tuvo su subida de impuestos el 1 de enero. Ahora no debemos hablar más de aumentos fiscales, ahora tenemos que hablar de reducir el gasto».

Obama que ha recibido críticas por su «excesivo catastrofismo» al presentar la situación que podrían provocar los recortes, bajó un poco el tono sobre los efectos de estos en los últimos días. Pero ni el viernes ni ayer en su discurso semanal ofreció nada a lo que los republicanos puedan agarrarse para iniciar unas negociaciones.

Así las cosas, los recortes seguirán en vigor durante muchas semanas e incluso meses. Por si alguien tenía alguna duda, la Casa Blanca la despejó ayer con el anuncio de que Obama aprobará una ley provisional para extender el funcionamiento del Gobierno más allá del 27 de marzo, cuando se acabará su dinero. Y eso es así porque también en este asunto está claro que no va a haber ningún acuerdo antes de esa fecha.

El 28 % de los ciudadanos culpan a los republicanos de los recortes; el 18 % piensa que el responsable es Obama y el 37 %, todos, según una encuesta de Reuters. La forma en la que evolucionen esas cifras, que va a depender mucho de la manera en la que los recortes afecten a la vida de los estadounidenses, es la que va a señalar cuándo y en qué dirección comienzan las nuevas negociaciones.

Si los efectos de la crisis son tan catastróficos como avanza la Casa Blanca es seguro que los líderes del Partido Republicano deberá ceder, pero si no es así, va a tener que ser Barack Obama el que cambié los términos de su oferta.