El gusto por el lujo del hijo de Jesse Jackson

Victoria Toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Negocia declararse culpable de malversar fondos de la campaña de EE.UU.

17 feb 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

«Con el tiempo me he dado cuenta de que ninguno de nosotros es inmune a las debilidades humanas», reza el comunicado que el excongresista demócrata Jesse Jackson Jr., hijo del líder de los derechos civiles afroamericano del mismo nombre. Ese comunicado era la respuesta a la acusación de la fiscalía contra él y su mujer por «uso ilegal de hasta 750.000 dólares de fondos de campaña electoral para su propio beneficio personal».

Lo que deja claro la acusación es que desde luego el exmiembro de la Cámara de Representantes y su mujer no fueron inmunes a esas debilidades. La denuncia penal presentada por los fiscales dice que los Jackson usaron los fondos de la campaña para comprar objetos como un reloj de oro de la marca Rolex de 43.000 dólares; mobiliario infantil por valor de más de 9.000 dólares o diferentes prendas de piel por valor también de miles de dólares, además de recuerdos de eminentes afroamericanos estadounidenses como Malcom X, Martin Luther King, Jimi Hendrix o Michael Jackson.

La mujer de Jesse Jackson, Sandi, que hasta enero era concejal del Ayuntamiento de Chicago, está acusada de presentar declaraciones de renta falsas para ocultar estos gastos entre los años 2006 al 2011. De ser declarado culpable de las acusaciones que pesan en su contra, Jesse Jackson Jr. podría ser condenado a cinco años de cárcel y a una multa de 250.000 dólares, además de a devolver los 750.000 dólares gastados fraudulentamente. Las acusaciones contra su mujer pueden suponer hasta tres años de prisión y una multa de 100.000 dólares para ella.

Pero ambos están negociando declararse culpables y rebajar las condenas, además de un acuerdo que impida que los dos, que son padres de dos niños de doce y nueve años, cumplan las previsibles condenas de cárcel al mismo tiempo.

Jesse Jackson que fue miembro de la Cámara de Representantes desde 1995 hasta el pasado noviembre, cuando dimitió, ha estado antes involucrado en otros escándalos. El más sonado fue el que lo relacionó con el intento del exgobernador de Illinois Rod Blagojevich de «vender» el escaño en el Senado que dejó libre Barack Obama tras ser elegido presidente. Aunque Jackson negó siempre aquella acusación. Más recientemente había sido noticia cuando se hizo público que, desde el pasado junio, había sido ingresado en dos ocasiones para tratarse de un trastorno bipolar. Una enfermedad que, en teoría, le había llevado a renunciar a su escaño en noviembre.