Callados por deseo del Gobierno

Victoria Toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Dos aviones no tripulados recién montados en una de las bases aéreas que Estados Unidos tiene en Afganistán.
Dos aviones no tripulados recién montados en una de las bases aéreas que Estados Unidos tiene en Afganistán. Ken Scar < / span>AFP< / span>

La prensa de EE.UU. ocultó la base secreta de «drones» en Arabia Saudí

09 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La guerra de los drones se complica cada día. El último capítulo implica a los principales medios de comunicación de EE.UU. En el ojo del huracán están los diarios The New York Times y The Washington Post y la agencia Associated Press, todos ellos acusados de connivencia con la Administración Obama para ocultar información sobre el programa de asesinatos selectivos.

La trama empezó a hacerse visible esta semana pero empezar, empezó mucho antes, en junio del 2011. En esa fecha, los dos grandes periódicos y la principal agencia de noticias de EE.UU. supieron que su Gobierno tenía una base en Arabia Saudí para operar aviones no tripulados contra objetivos en Yemen. Ninguno de los tres informó a sus lectores de ello.

Los tres acaban de explicar que la CIA se puso en contacto con ellos para pedirles que callaran y así proteger la «seguridad nacional». Y callaron.

Pero, tras haber guardado el secreto al Gobierno durante veinte meses, el pasado martes se enzarzaron en una carrera para ver cuál publicaba antes lo que sabían hacía tanto tiempo.

El primero en dar la información en su edición digital fue The New York Times y lo hizo porque otro medio, la cadena de televisión NBC, había conseguido un documento excepcional, el resumen del informe que el Departamento de Justicia había realizado para justificar el asesinato de estadounidenses sospechosos de terrorismo.

Contrataque

Cuando The New York Times supo que la NBC iba a hacer público ese resumen, solo dos días antes de la comparecencia de John Brennan ante el Senado para su vista de confirmación como director de la CIA, decidió contraatacar. Divulgó en su edición digital un artículo en el que revelaba que Brennan había sido el responsable de la instalación de la base de drones de Arabia Saudí, además de uno de los diseñadores de todo el programa de aviones teledirigidos.

Tras eso, The Washington Posttambién publicó la ubicación de la base secreta. Pero fue mucho más lejos porque, en su artículo, reconocía que tanto ellos como el Times lo sabían hacía veinte meses y lo habían mantenido oculto por petición del Gobierno.

El escándalo estalló entonces. Los dos periódicos y la agencia de noticias han sido acusados por otros medios, sobre todo por cabeceras británicas y por web de noticias de EE.UU., de querer proteger al Gobierno de Obama. Los responsables de los tres medios se escudan tras la «seguridad nacional» a la que, según ellos, aludió la CIA en su petición de silencio. Por ahora no han podido explicar en qué atentaba la publicación a la seguridad nacional antes de esta semana o qué cambió el martes para que dejara de afectarla.