El pederasta Dutroux pide un brazalete de vigilancia para facilitar una posterior libertad condicional

EFE

INTERNACIONAL

Medios y expertos coinciden en que la petición del pederasta no tiene ninguna posibilidad de prosperar

04 feb 2013 . Actualizado a las 14:15 h.

El pederasta y asesino Marc Dutroux, el prisionero más famoso de Bélgica, se personará hoy ante el Tribunal de Aplicación de Condenas de Bruselas para solicitar que se le asigne vigilancia electrónica con un brazalete, para facilitar una posterior libertad condicional.

La comparecencia de Dutroux a la vista judicial obligará a las autoridades belgas a desplegar un dispositivo de seguridad reforzado cuyo gasto estimado, según los medios belgas, ascenderá a unos 50.000 euros. Entre las medidas que implicará, se incluye el despliegue de unos 125 policías, un vehículo blindado para desplazar a Dutroux y un helicóptero policial.

A la vista asistirán algunos familiares de las víctimas, como el padre y el hermano de Eefje Lambrecks, una de las jóvenes asesinadas por Dutroux.

El Tribunal de Aplicación de Penas emitirá su veredicto en unos 10 ó 15 días. Medios y expertos coinciden en que la petición del pederasta no tiene ninguna posibilidad de prosperar.

La solicitud de Dutroux hoy es un paso previo para conseguir la libertad condicional, a la que sólo podrá acceder a partir del próximo 30 de abril, cuando haya cumplido un tercio de su condena.

El que llegó a ser conocido como el «enemigo público número uno» de Bélgica fue detenido hace 17 años y condenado a cadena perpetua por el secuestro y violación de seis niñas y jóvenes de entre 8 y 19 años, de las que cuatro fueron asesinadas.

La posibilidad de que Dutroux saliera de prisión llevó al Gobierno a plantear el año pasado un endurecimiento de los requisitos legales necesarios para beneficiarse de la libertad condicional.

La reforma fue impulsada tras la puesta en libertad el pasado julio de la exesposa y cómplice de Dutroux, Michelle Martin, lo que ocasionó una gran polémica en el país.

Martin, que había cumplido 16 de los 30 años a los que había sido condenada, ingresó en un convento de monjas clarisas en la localidad de Malonne (sur de Bélgica) para continuar con su reinserción. Los cambios en la legislación penal tardarán sin embargo meses en tramitarse.

Tanto la dirección de la prisión donde cumple condena Dutroux como la Fiscalía han recomendado que se rechace la petición de libertad condicional, opiniones que no prejuzgan la decisión del Tribunal bruselense.

Por otra parte, el pasado viernes se anunció a través de distintos medios de comunicación que las víctimas de Dutroux denunciarán al Estado belga ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo por las deficiencias de la Justicia de su país.

En particular alegarán la violación de dos derechos previstos en la Convención de Derechos Humanos: el «derecho a un proceso justo» y el «un recurso efectivo».