El Congreso de EE. UU. recibe a Chuck Hagel con fuego graneado

Victoria Toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Tanto demócratas como republicanos desaprueban que dirija el Pentágono

01 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

«Mi visión del mundo no ha cambiado: creo que EE.UU. tiene y debe seguir teniendo el Ejército más poderoso del mundo». Esta fue la declaración de intenciones de Chuck Hagel ayer ante la comisión del Senado que le interrogó para aprobar su nombramiento como secretario de Defensa.

El exsenador republicano comenzó leyendo una declaración en la que contestaba a las cuestiones que se le han criticado. Pero a pesar de que dio esas respuestas al inicio, el interrogatorio de los senadores fue durísimo. Y no solo desde las filas republicanas, también desde la bancada demócrata. El presidente de la comisión, el demócrata Carl Levin, dejó claro al inicio que la sesión no iba a ser fácil para el aspirante a dirigir el Pentágono. El demócrata comenzó asegurando que Hagel debía responder por algunas de sus declaraciones previas, pero la mayor agresividad llegó desde las filas republicanas.

John McCain lo presionó para que dijera si seguía pensando ahora, como en el 2007, que su Gobierno no hubiera debido enviar más tropas a Irak. Ante las evasivas de Hagel, McCain lo conminó para que respondiera sí o no pero Hagel siguió sin contestar: «¿Fue necesario? No estoy seguro. La historia lo dirá», afirmó Hagel, a lo que McCain contestó: «Creo que la historia ya ha contestado y tú estás en el lado equivocado».

Pero si McCain fue duro, el senador, también republicano, James Inhofe fue más beligerante aún y llegó a decir que creía que Hagel «es la persona equivocada para dirigir el Pentágono en un momento como este, tan peligroso». Inhofe también le preguntó a Hagel porqué creía él que el ministro de Exteriores iraní se había alegrado tanto con su designación. Hagel le contestó que no lo sabía, pero Inhofe le hizo recordar las ocasiones en las que como senador votó contra algunas sanciones a Irán. Hagel replicó que «todas las opciones deben estar sobre la mesa» para evitar que ese país se haga con la bomba nuclear.

También debió responder sobre su apoyo a Israel, igualmente cuestionado. Dijo que se aseguraría de que Israel mantiene su ventaja militar en la región. Chuck Hagel, que durante la sesión se mostró vacilante, ha pasado el último mes preparándose para ella. El exsenador se ha reunido con muchos de sus más feroces opositores en un intento de convencerlos de que lo apoyen. Después de la sesión está claro que hay muchos a los que no ha convencido. Pese a ello, la Casa Blanca cree que conseguirá los votos suficientes.