Francia celebra en Berlín el 50 aniversario del Tratado del Elíseo

Úrsula Moreno BERLÍN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Merkel y Hollande prometieron llevar propuestas para una mayor integración europea a la cumbre de la UE en mayo.
Merkel y Hollande prometieron llevar propuestas para una mayor integración europea a la cumbre de la UE en mayo. Fabrizio Bensch < / span>reuters< / span>

Hollande y Merkel disimulan sus discrepancias con una gran ceremonia

23 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Berlín fue ayer una ciudad colapsada y no por culpa de la nieve. La capital alemana albergó nada menos que a 400 de los 577 diputados de la Asamblea Francesa, además del ejecutivo al completo, capitaneados por Francois Hollande, para los actos conmemorativos del 50 aniversario del Tratado del Elíseo, origen de la UE.

Aunque se habla mucho de las diferencias entre los máximos responsables del eje franco-alemán, que la crisis evidencia una y otra vez, ayer ambos se mostraron relajados y festivos. Tras el encuentro en la cancillería, la anfitriona Merkel y su invitado Hollande anunciaron una iniciativa conjunta para una mayor integración de la UE, que busca fomentar la competitividad y el crecimiento. Se trata de un paquete de medidas que serán debatidas en la cumbre de la UE en mayo.

Precisamente en una fecha cargada de contenido histórico, Merkel recordó que «somos conscientes de nuestra responsabilidad para superar la crisis de la UE», y es que el tratado de amistad que sellaron Charles de Gaulle y Konrad Adenauer en el Elíseo en 1963 ponía fin a siglos de enemistad que culminaron con la Segunda Guerra Mundial. El tratado obliga a ambos países a consultas bilaterales y a buscar el consenso político.

En un Bundestag (Parlamento alemán) atestado para dar cabida a tantos diputados, Hollande aseguró que está «dispuesto a escuchar todas las propuestas que apuesten por más unión europea, siempre y cuando al final las apoyemos conjuntamente».

Más unión monetaria y política, fue el ambicioso mensaje lanzado por ambos mandatarios, pero las diferencias están ahí. Hollande pide una armonización de los gravámenes fiscales en la eurozona, algo que no desea Merkel. Tampoco ve clara la propuesta gala de destinar los ingresos del impuesto sobre transacciones financieras a un fondo para combatir el desempleo juvenil. Francia lidera una campaña bélica en Malí y Alemania de momento solo ha comprometido dos aviones de transporte.

No obstante, desde ayer Merkel y Hollande se tutean y aunque no son de la misma cuerda política, dicen estar dispuestos a pasar de las palabras a los hechos. Conscientes de que Europa no funciona sin el motor franco-alemán, pero de que no pueden avanzar solos, invitaron a los agentes sociales y a los restantes países a participar en la «fábrica de ideas» que dirigen asesores franceses y alemanes. Merkel habló, por una vez, de impulsar el crecimiento (y no de austeridad).

Adenauer y de Gaulle se dieron un abrazo después de la firma del Tratado del Elíseo. François Mitterrand y Helmut Kohl se cogieron de la mano en Verdún, recordando una de las peores batallas de la Primera Guerra Mundial. Merkel y Hollande se tutean, pero todavía no han hecho nada a la altura de sus antecesores.