Veintisiete muertos en un tiroteo en una escuela primaria de Connecticut

La Voz AGENCIAS

INTERNACIONAL

Reuters

Entre los fallecidos hay 20 niños y seis empleados de un colegio de Newtown. Un joven de 20 años, identificado como Adam Lanza y también fallecido, irrumpió en la escuela infantil y abrió fuego. La policía ha encontrado el cadáver de su madre en una casa.

15 dic 2012 . Actualizado a las 15:43 h.

Tragedia en Connecticut. Veinte niños y siete adultos han muerto en un tiroteo en una escuela de educación primaria en la localidad de Newton, un pueblo de unos 27.000 habitantes situado a unos 128 kilómetros al noreste de Nueva York.

El autor de la matanza, un joven de 20 años identificado como Adam Lanza, entró a primera hora en la escuela con varias armas de fuego, vestido de negro y con un chaleco antibalas y empezó a disparar. Su cadáver fue hallado en el interior de una de las aulas, aunque no se ha confirmado todavía si se quitó la vida o fue abatido.

Además de los 18 niños muertos en la escuela, dos más fallecieron en el hospital adonde habían sido trasladados con heridas que no pudieron superar.

La policía ha encontrado un cadáver en una vivienda vinculada al autor de los disparos, y según ha adelantado la cadena CNN, se trataría de su madre, Nancy Lanza, a pesar de que en un primer momento se afirmó que era una de las fallecidas en la escuela, donde trabajaba como maestra, por lo que la cifra de fallecidos ascendería a 28.

Su hermano mayor, Ryan, de 24 años y al que al principio confundieron con el asesino, fue retenido e interrogado por la policía, que concluyó que aparentemente no está implicado en el tiroteo. Ryan no estaba en el lugar de los hechos.

Las fuerzas de seguridad recibieron el aviso de que se habían producido disparos la escuela de Sandy Hook,a la que acuden unos 600 niños de entre cinco y diez años, poco después de que empezaran las clases. Varios de los alumnos del centro fueron escoltados fuera de las instalaciones educativas por sus profesores entre gritos y sollozos. «La policía nos dijo que nos abrazáramos unos a otros, nos cogiéramos de la mano y cerráramos los ojos. Solo los abrimos al salir del colegio», ha explicado una niña de nueve años al diario local Hartford Courant.

«Nuestro objetivo principal era evacuar lo más rápido y eficientemente posible a todos los estudiantes y al personal de la institución. La escuela entera fue registrada», explicaba el teniente de la policía. Además, las autoridades del distrito decidieron cerrar todas las escuelas de las inmediaciones.

La escuela había implementado recientemente un nuevo sistema de seguridad y restricción de acceso. Adam Lanza perpetró la matanza con tres armas semiautomáticas, dos pistolas y un fusil, que según los medios estaban registradas a nombre de su madre. El tiroteo fue breve, duró apenas escasos minutos, pero aunque la policía envió rápidamente un importante dispositivo hasta el lugar, cuando llegaron ya no pudieron hacer nada, excepto comprobar que no había más atacantes y poner a salvo al resto de los niños que se encontraban en el centro.

«Hemos sufrido demasiadas tragedias como esta en los últimos años»

Visiblemente emocionado y con lágrimas en los ojos, Barack Obama ofreció una declaración en la sala de prensa de la Casa Blanca. «Esta tarde, Michelle y yo haremos lo que sé que todos los padres de Estados Unidos van a hacer, que es dar un abrazo a nuestros hijos y decirles que los amamos». La emoción interrumpió durante unos segundos al presidente. «Hemos sufrido demasiadas tragedias como esta en los últimos años», dijo Obama, «vamos a tener que unirnos y tomar medidas significativas futuras como esta».

La de ayer es la segunda mayor masacre ocurrida en los últimos años en un centro educativo en Estados Unidos, tras la matanza de la Universidad de Virgina Tech., en la que perdieron la vida 33 personas, incluido el agresor, en el año 2007. En 1999 se produjo uno de los incidentes más sonados de estas características, cuando dos estudiantes de 17 y 18 años asesinaron a 13 personas en la escuela de Columbine, en el estado de Colorado, antes de suicidarse.