En el 2010 se especuló con su muerte, pero poco tiempo después apareció en un vídeo con uniforme nuevo, limpio y muy sonriente, y con tono desafiante dejó entrever que estaba allí por propia voluntad y que no intentasen rescatarla. «Yo soy guerrillera de las FARC y seguiré siendo guerrillera hasta vencer o hasta morir, y sí, en eso no hay reversa», declaró, y dejó claro que, «si todavía creen que estoy aquí secuestrada que vengan a rescatarme y nosotros los recibiremos con minas, con morteros y con todo».
La familia de Alexandra o Eillen (estos son sus alias) intentó que la pesadilla acabase tratando su desmovilización de las FARC pero finalmente se conformaron con tener noticias suyas. De hecho, una de sus hermanas, en contra, como el resto de la familia, de la organización terrorista, participó en el programa «De mujer a mujer», destinado a que las jóvenes de desmovilicen de este tipo de grupos.