La elección de Sabra no pone fin a la división en la oposición siria

Anne-Beatrice Clasmann EL CAIRO / DPA

INTERNACIONAL

El nuevo líder del Consejo Nacional Siria es un cristiano de izquierdas

11 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La formación de una plataforma opositora siria amplia como había concebido Estados Unidos sigue hallando dificultades debido a las diferencias entre los distintos grupos de oposición que continúan reunidos en Doha, tras la elección de George Sabra como nuevo líder del Consejo Nacional Sirio. El CNS, el principal bloque opositor fundado por activistas en el exilio, se puso de acuerdo en la elección de una nueva cúpula de dirigentes presididos por el cristiano Sabra, pero fracasó en el intento de incluir entre sus filas a más activistas jóvenes.

Representantes de los Comités Locales de Coordinación de la Revolución, que participan en la organización de la resistencia sobre el terreno, en los pueblos y ciudades sirias, se retiraron de las reuniones de Qatar en protesta por lo que consideran «luchas de poder entre las distintas facciones y personas» dentro del CNS.

El nuevo presidente de este grupo es un típico representante de la vieja guardia de la oposición. Con una ideología de izquierdas y varias veces en prisión, tiene el aura de un miembro del Politburó formado en luchas de trincheras ideológicas. El hecho de que los miembros del CNS lo hayan elegido como su dirigente se debe, según los analistas, a dos motivos: por un lado, es cristiano, con lo que se busca tranquilizar a los críticos que teman una influencia más fuerte de los Hermanos Musulmanes. En segundo lugar, Sabra vivió en Siria hasta octubre de 2011, lo que significa un guiño a Estados Unidos, que acusó al CNS de ser un club de disidentes exiliados sin idea alguna de la realidad sobre el terreno.

Sabra, de 65 años, no es un hombre carismático que pueda arrastrar a las masas , pero al menos se expresa mejor ante las cámaras que su predecesor, el kurdo Abdelbaset Sieda, que habla un árabe rebuscado con aspecto continuo de enfado.

Sabra procede de los alrededores de Damasco. Cuando era estudiante se unió a las filas del Partido Comunista. El disidente, de aspecto en ocasiones paternalista, es uno de los firmantes de la Declaración de Damasco de 2005, en la que la oposición exigió una reforma del sistema erosionado por la corrupción y el paternalismo. El pasado julio, cuatro meses después del inicio de la revolución, estuvo preso dos meses.