Brooklyn y Queens sufren saqueos y el toque de queda rige en varias ciudades
01 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.La costa este de EE. UU. comenzaba el lento proceso de reconstrucción tras el devastador paso de la megatormenta provocada por el Sandy, que se cobró la vida de al menos 59 personas, 26 en Nueva York. Pero el esfuerzo se antoja largo y costoso.
Al menos 6,2 millones de estadounidenses seguían sin electricidad, el transporte público se recupera muy lentamente, muchas infraestructuras -vías férreas, carreteras y puentes - están inutilizables y cientos de personas se enfrentan a casas arrancadas de sus cimientos por el viento, anegadas por el agua o quemadas. Han perdido sus enseres, sus vehículos y muchos también sus negocios.
Nueva Jersey se ha convertido en la zona cero del desastre. «Estamos en un estado de crisis», dijo a la CNN Cory Booker, alcalde de Newark. Toda su costa desde las cercanías de Nueva York al extremo sur de Cape May fue barrida por las aguas. Ayer las excavadoras comenzaban a despejar los escombros.
Desolación en Atlantic City
El paseo marítimo de Atlantic City ha sido barrido por completo y permanece en toque de queda por temor a saqueos como otras ciudades del estado. Una imagen de desolación que contrasta con la habitual de las Vegas de la costa este. Una buena noticia fue el fin de la alerta en la vieja central nuclear de Oyster Creek.
La otra gran afectada, Nueva York, empezaba a recuperar la normalidad con la reanudación del servicio de autobuses, algunos trenes de cercanías y la reapertura limitada de los aeropuertos. El metro permanece paralizado debido a los kilómetros de vías inundadas, pero hoy podría comenzar a funcionar.
Manhattan esta cortada en dos por el Sandy. Al sur de la calle 34, miles de torres y edificios no tienen electricidad y a veces tampoco agua, y los saqueos han proliferado en Brooklyn y Queens, donde las comisarías fueron evacuadas. La oscuridad del sur contrasta con los edificios del Empire State y Chrysler totalmente iluminados, como el resto del norte de Manhattan.
Los hospitales se enfrentan a un desafío a la altura del 11-S con cortes de luz y el traslado imprevisto de cientos de pacientes en estado crítico por el fallo de los generadores de electricidad.
Gracias a los generadores de corriente, Wall Street volvió a abrir, tras dos días cerrada. Para alegría de los turistas también abrieron sus puertas los museos y los espectáculos en Broadway.