Los habitantes echan a las milicias radicales de Bengasi

Ibrahim al majbari BENGASI / AFP

INTERNACIONAL

Los manifestantes que atacaron a los salafistas de Bengasi disponían de armas.
Los manifestantes que atacaron a los salafistas de Bengasi disponían de armas. ABDULLAH DOMA< / span> afp< / span>

Las autoridades libias se hacen con el control de cuarteles salafistas tras un estallido de violencia que dejó 11 muertos

23 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Las autoridades retomaron ayer el control de un cuartel general y de bases de las milicias armadas en la ciudad de Bengasi que habían sido atacadas por los habitantes durante un estallido de violencia que dejó por lo menos once muertos, seis de ellos con indicios de haber sido ejecutados, y más de 70 heridos. La violencia se desató la noche del viernes cuando centenas de habitantes se levantaron contra las milicias que imponen la ley en el país desde la caída de Muamar Gadafi en 2011, y tomaron momentáneamente el control de sus cuarteles.

Los manifestantes, varios de los cuales estaban armados, desalojaron una milicia de un edificio del centro de la ciudad antes de entrar durante la noche en el cuartel del principal grupo paramilitar, la milicia salafista de Ansar al Charia. Al grito de «La sangre de los mártires no fue vertida en vano», saquearon e incendiaron el cuartel.

Según testigos, Ansar al Charia (un grupo partidario de la aplicación de la ley islámica) se retiró ante la presión de los manifestantes del hospital Al Jala, que controlaba, y que ahora está en manos de la policía militar. Los manifestantes también atacaron el cuartel general de la brigada Raf Alá al Sahati, un grupo islamista que se colocó bajo la autoridad del Ministerio de Defensa. Su base estaba situada en una hacienda en la región de Hawari, a unos 15 kilómetros de Bengasi.

En este caso, los manifestantes se llevaron armas, munición y material informático después de hacer huir a los integrantes de la brigada tras dos horas de enfrentamientos.

Por lo menos otras cuatro oficinas públicas fueron abandonadas por las milicias cuando llegaron los manifestantes. En total, más de 70 personas resultaron heridas en los enfrentamientos, indicaron fuentes médicas.

«La situación es muy volátil. No sabemos cuál será la reacción» de las milicias ni de las autoridades o de las familias de las víctimas, dijo el activista por los derechos humanos Jalal al Gallal. El estallido de violencia ocurrió diez días después del ataque contra el consulado de Estados Unidos en Bengasi, que costó la vida a cuatro personas, incluyendo el embajador Chris Steven.