La cólera de los islamistas contra EE.UU. inflama el mundo árabe

H. Munasar / V. Toro SANÁ, N. YORK / AFP, CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

MOHAMED AL-SAYAGHI / Reuters

Cientos de manifestantes asaltan la embajada en Yemen y estallan disturbios en El Cairo

14 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La cólera de los radicales islamistas por la película que denigra a Mahoma se extendió ayer por los países musulmanes, como Washington temía. En Yemen miles de jóvenes enfurecidos asaltaron la Embajada de EE.UU. y en Egipto se desataron violentos enfrentamientos entre policías y manifestantes. Las protestas antiamericanas se sucedieron por Irán, Irak, Gaza y Túnez, un día y medio después de que cuatro estadounidenses, entre ellos el embajador en Libia, murieran en el ataque al consulado de Bengasi.

El presidente yemení, Abed Rabbo Mansur Hadi, lamentó el ataque a la sede diplomática, que se saldó con cuatro manifestantes muertos y 34 heridos, y que, a su juicio, busca perjudicar las relaciones con Washington. En un primer momento, la policía yemení consiguió dispersar con tiros al aire a cientos de activistas que escalaron el muro de la sede diplomática en Saná en respuesta al filme hecho en EE.UU. La inocencia de los musulmanes. Pero en el segundo intentó de entrar en el recinto, la policía disparó contra ellos. Antes los radicales habían logrado acceder al patio, romper ventanas, quemar varios vehículos y reemplazar la bandera americana por una blanca con el lema «No hay otro dios que Alá, y Mahoma es su profeta».

En el Cairo los enfrentamientos entre manifestantes y antidisturbios se sucedieron durante todo el día desde la madrugada, dejando 200 heridos en la calles adyacentes a la embajada.

Por temor a que los disturbios estallen en Afganistán, el presidente Hamid Karzai aplazó su visita a Noruega, Y en Berlín, un paquete sospechoso enviado por correo obligó a evacuar el consulado de EE.UU.

Desde Bruselas, el presidente egipcio, el islamista Mohamed Mursi, condenó «cualquier agresión o insulto a nuestro profeta», pero llamó «a no agredir a las embajadas». «Es nuestro deber proteger a nuestros huéspedes y a quienes vienen del extranjero», estimó. A la vez, su formación, los Hermanos Musulmanes, convocó para hoy una manifestación contra la película.

Llamada de Obama

La noche anterior Barack Obama llamó a Mursi y al presidente del Consejo Nacional Libio, Mohamed al Magariaf, a garantizar la seguridad de las delegaciones y el personal diplomático. Con Magariaf también acordó la cooperación de ambos países para esclarecer lo ocurrido en el consulado de Bengasi. Casi al mismo tiempo, la Armada estadounidense enviaba dos destructores a las costas de Libia.

Arabia Saudí «condenó las reacciones violentas contra los intereses norteamericanos», pero también pidió a Washington una postura firme contra los autores de vídeo de Mahoma.

En un intento por apaciguar la ira del mundo árabe, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, condenó el filme calificándolo de «repugnante y condenable», pero reiteró lo dicho el miércoles, que «no hay ninguna justificación para responder a este vídeo con violencia». Un mensaje que repitió Barack Obama en su conversación telefónica con sus homólogos de Libia y Egipto.